Junts ha conseguido apear a ERC de la hegemonía independentista, haciéndose con 35 escaños en las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo. Aun así, Carles Puigdemont no logró los resultados deseados que le permitieran un regreso triunfal a Cataluña para ser elegido president de la Generalitat después de años fugado en Bruselas. Todas las vías pasan por la abstención del PSC, desde donde ya le han dado calabazas.

Gonzalo Boye (i) y Carles Puigdemont (d) se dan la mano

No obstante, los neoconvergentes insisten en vender la moto para mantener viva la ilusión de su electorado. Precisamente con ese objetivo, Junts ha convocado un acto el próximo sábado, 27 de julio, en la Cataluña Norte. Servirá para celebrar los cuatro años de vida del partido y para "dar apoyo" a Puigdemont antes de su "vuelta inminente".

Un acto "abierto a familiares y amigos"

En un mensaje que circula a través de los grupos internos, explican que el acto será "abierto a familiares y amigos" con una comida, además de un mitin. Movilizarán autobuses desde Barcelona, "a precios populares, con transporte y comida incluida", dice el texto al que ha tenido acceso este medio.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, en el Consell Nacional del sábado EUROPA PRESS

Junts no lo tiene fácil en estos momentos. Consiguió desbancar a ERC en los comicios del 12 de mayo, pero ni con esas tiene los números para que su candidato, Carles Puigdemont, sea investido president. Hoy por hoy, el fugado no tiene ni posibilidades de salir elegido, ni las garantías para regresar a España sin ser detenido. 

Presionar a ERC

Cabe recordar que son varias las causas abiertas contra el expresidente. La causa de Tsunami Democràtic ha quedado archivada por la Audiencia Nacional y por el Tribunal Supremo, pero el juez Pablo Llarena mantiene la orden de detención por la organización del referéndum ilegal del 1-O.

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont EUROPA PRESS

Ante este panorama, los neoconvergentes están poniendo toda la carne en el asador para movilizar a los suyos con una única finalidad: que decaigan las negociaciones entre PSC y ERC para evitar la investidura de Salvador Illa.

Según explican fuentes de la formación, Puigdemont quiere volver a votar el 13 de octubre, por lo que su estrategia pasa ahora por presionar a los republicanos. Para ello, están pidiendo "la máxima implicación" a su militancia antes de irse de vacaciones. "Hacer un esfuerzo que demuestre de nuevo la fuerza de Junts y el apoyo al president Puigdemont en este contexto de golpe de estado judicial", agrega el mensaje.

Noticias relacionadas