Junts ha recuperado su posición hegemónica dentro del independentismo tras alzarse con 35 diputados en las elecciones catalanas del 12 de mayo y hundir a ERC en los 20 escaños. Sin embargo, la victoria en votos y sillas del PSC y la posibilidad de que Salvador Illa logre armar un acuerdo de investidura con republicanos y Comunes genera tensión en una parte de los cuadros de Junts, que anticipan "una crisis" del partido en caso de que no se produzca repetición electoral. La afiliación de los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol y Artur Mas que se ha dado a conocer en los últimos días no sería más que "un nuevo farol" de Carles Puigdemont.
Todo comenzó cuando el pasado jueves, en una cena del partido en el Maresme a la que estaban invitados Pujol y Mas, el secretario general, Jordi Turull, les pidió que se afiliaran a Junts en un clima “informal y distendido”. Una intervención que, al final de la cena, algunos dirigentes neoconvergentes encontraron como “inapropiada” al poner a los expresidentes entre la espada y la pared.
Una "encerrona"
Fuentes del partido aseguran a Crónica Global que ambos buscaron “salir del paso de una situación incómoda”, especialmente Pujol, cuyo estado físico generó cierta preocupación entre los asistentes. “Apúntame”, dijo el ahora viudo de Marta Ferrusola, seguido de Mas: “Y a mí”.
La “encerrona” de Turull, en tanto que comenzó con un tono de broma y ha acabado “filtrada a la prensa por puro interés”, ha sido percibida como “desesperada” por parte de voces neoconvergentes que afirman que Puigdemont “tiene un problema” si no logra boicotear el pacto entre PSC y ERC y provocar la repetición electoral.
“No se harán militantes del Junts actual”, sentencian quienes consideran que el partido no está en su mejor momento pese a haberle dado el sorpaso a ERC, en la medida en la que Illa tiene muchos números de ser president de la Generalitat y la formación puede marchitarse en la oposición al no haber recuperado suficientes cuotas de poder institucional.
Puigdemont busca el aval de la sección convergente
En clave interna, Turull y Puigdemont creen que la afiliación de los dos expresidentes alimenta la percepción de que la “sección convergente y de seny” avala su gestión al frente de Junts. Sin embargo, y pese a la representación de algunos dirigentes del sector pragmático en la Mesa del Parlament, como Josep Rull o Gloria Freixa, el hiperliderazgo de Puigdemont es “testosterona pura” y dicta la totalidad de la estrategia a seguir.
Esta es la sensación imperante entre parte de los cuadros moderados, que tuvieron ocasión de intercambiar impresiones durante el funeral de Marta Ferrusola, la primera dama de Cataluña y cerebro del clan Pujol. En su despedida, se cantaron El Virolai y Els Segadors, y el broche de oro fueron gritos de “visca Catalunya lliure”.
Según fuentes municipalistas que acudieron a la cena y también al funeral, fueron Pujol y Mas quienes acapararon todas las miradas, e independientemente de que lleguen o no a afiliarse a Junts algún día, no pocos les vieron como sus auténticos referentes; independentistas “de orden, americana y corbata” capaces de lograr la independencia frente a los “cuperos” que han dominado la política catalana de los últimos años.