ERC ha detenido el crecimiento sostenido de DomusVi en Lleida, una de las provincias donde el gigante de los geriátricos se estaba expandiendo en el territorio. La Consejería de Salud internalizará un centro sociosanitario con más de 150 plazas en la capital de demarcación, un golpe sobre la mesa en el sector del cuidado de mayores.
En conversación con este medio, directivos del sector residencial han confirmado que la internalización de la Residencia Jaume Nadal Meroles de Lleida, que pasará a la empresa Gestió de Serveis Sanitaris (GSS) en otoño, es una medida "de carácter ideológico" del Departamento de Manel Balcells.
Casualidad o no, el fin de la externalización llega cuando DomusVi había fijado Lleida como una de sus regiones de crecimiento en Cataluña.
"Gestión directa"
Desde el sector se recuerda que la internalización de las primeras residencias, que Salud justifica con el argumento de "realizar las funciones de interés público con recursos propios", llega tras una valoración de pros y contras en Salud.
"Se sabe que quizá es más cara la gestión directa, pero la Consejería prioriza la gestión directa por entroncar con su programa electoral", indican.
Rehabilitación y La Seu d'Urgell
En cualquier caso, la toma pública de la residencia de DomusVi llega después de que el equipo de Balcells asumiera otros servicios. Hará lo propio con parte del contrato de rehabilitación domiciliaria, como avanzó este medio.
Más recientemente, en abril, Salud anunció que a Fundació Sant Hospital de La Seu d'Urgell pasará a una empresa pública.
Detractores
Los movimientos de captación de activos y servicios para la red pública los ha reivindicado a viva voz ERC en sus discursos públicos, como en esta entrevista al diputado en el Parlament Jordi Albert.
Eso sí, sectores contrarios a esos movimientos los han criticado. Son partidarios de un papel más activo del sector privado en el sistema asistencial. Uno de los más vociferantes contra esta estrategia ha sido el lobi de pensamiento Cercle de Salut.
Las ambulancias, en estudio
El gran caramelo de esta senda es el gran contrato externo de transporte sanitario de Cataluña, que mueve unos 2.000 millones de euros a cada licitación.
La última externalización está en marcha, aunque el Parlament tiene una ponencia parlamentaria para estudiar su toma pública. Los trabajos, no obstante, no han llegado a tiempo para renovar el contrato.