El de hoy no ha sido un pleno normal en la Cámara autonómica. Si no que se ha llevado a cabo lo que se conoce como acto equivalente. Se trata de un mecanismo similar al de una investidura fallida y se aplica al constatar, tras la protocolaria ronda de consultas con los grupos parlamentarios, que ningún candidato cuenta con posibilidades de ser investido.
Se trata de un pleno que sirve para poner en marcha el reloj con el plazo máximo de dos meses, con la particularidad de que ningún candidato tendría que pronunciar su primer discurso en el pleno, a sabiendas de que no tiene los apoyos para hacerse con la presidencia. Un reloj, cuya cuenta atrás, finalizará el próximo lunes 26 de agosto, cuando las distintas formaciones esperan que se pueda llegar a un pacto que garantice la investidura.