Una repetición electoral no conviene a ningún partido, pero mucho menos a Esquerra Republicana y los Comunes. Conscientes de que volver a las urnas en octubre podría tener consecuencias, los de Jéssica Albiach han descafeinado sus exigencias para la investidura del candidato socialista Salvador Illa.
La líder de Comuns Sumar ha vuelto a poner el Hard Rock encima de la mesa como un "elemento importante" en la negociación, pero lo ha hecho de forma menos contundente. Sus prioridades pasan por solucionar la crisis habitacional, "revertir la situación de debilidad que atraviesan los servicios públicos" como la sanidad y la educación; y que todas las políticas que se hagan desde el Govern estén "bajo el paraguas de la planificación ecológica".
"Acuerdo progresista o elecciones"
Así lo ha explicado en una rueda de prensa tras reunirse con el presidente del Parlament Josep Rull en el marco de la ronda de contactos con los partidos para una eventual investidura o la celebración de un acto equivalente al no haber ningún candidato que haya reunido apoyos suficientes.
Para Albiach, el futuro inmediato de Cataluña pasa por dos opciones: o un acuerdo entre las fuerzas progresistas o una repetición electoral que nadie desea. Por ello, ha asegurado que su partido encara las negociaciones con el PSC con "una buena predisposición", aunque serán "exigentes con el contenido".
Los intereses de los catalanes por encima de los partidos
Asimismo, ha pedido a ERC y socialistas que tengan "claro" que las negociaciones deben "girar en torno a los intereses de los catalanes y no de los partidos". Y es que cabe recordar que los republicanos están inmersos en una batalla interna para decidir si apuestan por Salvador Illa o por un bloqueo que implicaría regresar a las urnas en octubre.
Esta última opción supondría un tiro en el pie para una formación que ya fue apeada el 12 de mayo de la hegemonía independentista por Junts, hundiéndose en los 20 escaños. Los resultados, esta vez, podrían ser incluso peores.
Preguntada sobre el Hard Rock, Albiach ha confirmado que será un "elemento importante" de la negociación, pero no una línea roja como sí lo fue durante la negociación para los presupuestos de la Generalitat. Cabe recordar que fue precisamente el enrocamiento de los Comunes con este macroproyecto el que provocó un adelanto electoral, al no reunir el president Pere Aragonès los apoyos para sacar adelante la ley más importante de la legislatura.