El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que articular una financiación singular para Cataluña es "factible" y compatible con la multilateral, antes de las primeras reuniones del PSC con ERC para investir a Salvador Illa como president.
El secretario general del PSOE responde así a las exigencias de ERC, cuya líder provisional, Marta Rovira, le ha instado públicamente a permitir que la Generalitat recaude e invierta los impuestos del territorio, al estilo del concierto vasco, a cambio de apoyar al candidato socialista. Él mismo ha ofrecido a los republicanos una "mejor financiación" para la comunidad este sábado.
Compromiso de investidura
"Es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Cataluña", ha aseverado en una entrevista publicada este domingo en La Vanguardia.
De hecho, el jefe del Ejecutivo ha recordado que negociar esa financiación es uno de los puntos firmados en el acuerdo de su investidura con los republicanos, a los que atribuye parte de la "estabilización de la situación política en Cataluña".
Allana el terreno antes de las reuniones
Sánchez ha querido allanar el terreno a dos días de la primera reunión entre socialistas y republicanos. Sus equipos negociadores se encontrarán este martes con la investidura del candidato socialista sobre la mesa y con el concierto económico como principal exigencia.
El presidente del Gobierno ha aprovechado la entrevista para reconocer el "liderazgo" de los que también son sus socios parlamentarios en el Congreso. Sin su compromiso, no habría indultos ni amnistía, ha dicho, añadiendo que PSC y ERC, que considera partidos grandes "con raíces", deben entenderse.
Presiones territoriales
Varias federaciones autonómicas del PSOE han exhibido públicamente su rechazo frontal a lo que consideran un trato a favor para Cataluña. Una puerta que dejó abierta hace unos días la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dispuesta a reconocer las "singularidades" del territorio.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha sido el más crítico: "Solo faltaría que, encima, toda la fiesta independentista la terminemos pagando entre todos", ha espetado el dirigente manchego. Aunque otras agrupaciones como la de Extremadura también han querido advertir al Gobierno de Sánchez que no van a "permitir chantajes" por parte de "ninguna otra comunidad autónoma".