Si hay algo que caracteriza a la política catalana son los pactos in extremis y la dilatación de los plazos hasta límites insospechables. Esta vez no será diferente. Los catalanes ya han cumplido su responsabilidad votando en las elecciones autonómicas del 12 de mayo a los 135 representantes que ocupan desde este lunes el hemiciclo catalán. Pero los políticos no parece que vayan a actuar con la misma responsabilidad en el corto plazo.
Se prevé que no sea hasta agosto cuando se resuelvan las incógnitas de si Cataluña tendrá nuevo president de la Generalitat o si, por el contrario, se verá abocada a una repetición electoral que la ciudadanía rechaza con rotundidad.
Varias elecciones y una ley de amnistía
España ha encadenado varias citas electorales en los últimos tiempos: desde las municipales de mayo de 2023 a las europeas del pasado domingo, 9 de junio. Entre medias, el principal hito político ha sido la negociación de la investidura de Pedro Sánchez, que se ha saldado con una Ley de Amnistía pactada con los partidos independentistas. Una norma que vio la luz el pasado 30 de mayo en el Congreso, pero que no ha sido hasta este martes cuando ha entrado en vigor al publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
[La justicia inicia los trámites para amnistiar a Mas, Torra, Jové y Salvadó]
Doce días cruciales para el destino político de Cataluña y el conjunto de España que han coincidido con la campaña electoral de las elecciones europeas. Pese a su dimensión global, estos comicios se han planteado en clave española como un plebiscito sobre Pedro Sánchez alimentado por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo; mientras que en Cataluña se han vendido como una segunda vuelta del 12M deseada por los partidos independentistas, que no han logrado mejores resultados. Todo lo contrario. Junts y ERC volvieron a darse un batacazo frente a un PSC que sigue encadenando victorias electorales.
17 de junio: ronda de contactos
Una vez superadas las elecciones que evidencian que el movimiento secesionista sigue en punto muerto, se produjo la constitución del nuevo Parlament. Durante la agitada sesión constitutiva del pasado lunes, 10 de junio, se eligió al presidente de la Cámara autonómica, cuya principal función en los próximos días es la de proponer a un candidato a la investidura.
El recién elegido Josep Rull arrancará la ronda de consultas el 17 de junio, y será quien tenga el poder para decidir si es el líder del PSC, Salvador Illa, o el de Junts, Carles Puigdemont, el que se someterá en primer lugar a la investidura. Una decisión de enorme trascendencia sobre las tácticas y estrategias de los partidos políticos catalanes, que reman a favor o en contra de una repetición electoral en función de sus propios intereses.
25 de junio: primer pleno de investidura
El primer pleno está fijado para el 25 de junio, cuando tendrá lugar la primera votación y se activará el reloj de los dos meses. No se prevé que salga elegido ningún president de la Generalitat con mayoría absoluta, por lo que habrá que esperar 48 horas para votar de nuevo.
En esa ocasión, se requiere mayoría simple, por lo que Salvador Illa o Carles Puigdemont tendrían más fácil hacerse con el control del Govern si reunieran los apoyos necesarios. Esto es, más síes que noes.
26 de agosto: 'president' o repetición electoral
De lo contrario, el presidente de la Cámara podrá volver a proponer a otro candidato con más o menos posibilidades de ser investido. El poder de la segunda autoridad de Cataluña reside precisamente ahí: está en su mano convocar los plenos, siempre y cuando la fecha no sobrepase el límite del 26 de agosto.
Si ese día no hay un candidato investido president por el Parlament, Cataluña volverá a repetir elecciones en octubre. Un fracaso político mayúsculo que, en estos momentos, no está descartado.
Los jueces tienen dos meses para aplicar la amnistía
Todo ello sin olvidar que, estos plazos, también se ven condicionados por los de la Ley de Amnistía. Y es que, una vez ha sido publicada en el BOE, los jueces tienen un plazo de dos meses para aplicar la norma a los políticos que cometieron delitos de diversa índole con motivo del procés.
Un calendario que seguirá abierto hasta mediados de agosto, un mes tan impropio como decisivo para forjar alianzas en el Parlament en caso de que los partidos no hayan logrado desencallar el bloqueo durante junio y julio.
El Parlament, rehén de las estrategias partidistas
Por tanto, que sea investido o no Illa o Puigdemont dependerá, también, de los trámites judiciales relacionados con la amnistía. Una ley que se retrasó más de lo esperado debido a que Junts la envió de vuelta a la comisión de Justicia con su voto en contra al carecer, según ellos, de garantías suficientes para su líder, Carles Puigdemont.
Los resultados de las elecciones autonómicas presagian un cambio de ciclo en la política catalana, pero esperan su aplicación en un Parlament rehén de las estrategias partidistas y los intereses personales de quienes tienen, desde el 12M, el mandato de representar a los ciudadanos.