Javi López es el candidato del PSC a las elecciones europeas del próximo domingo. Unos comicios que, para la ciudadanía, se perciben lejanos pero que también son muy relevantes para el día a día. No solo servirán para decidir el rumbo de políticas trascendentales para los Estados miembros de la Unión Europea, sino también para medir los apoyos de los partidos tras las elecciones autonómicas del 12 de mayo.

Se perciben como una segunda vuelta. Eso explica que las formaciones no se hayan atrevido a mostrar sus cartas y hayan optado por posponer las negociaciones de la investidura del próximo president de la Generalitat. Aunque no cabe duda de que la campaña ha tenido su miga con cuestiones como la Ley de Amnistía aprobada en el Congreso de los Diputados o el guiño del líder del PP Alberto Núñez Feijóo a los de Carles Puigdemont para llevar a cabo una moción de censura contra Pedro Sánchez.

El candidato del PSC a las elecciones europeas Javi López Òscar Gil Barcelona

 

Sobre esto último, López se ha mostrado convencido de que, a los populares, les viene bien la amnistía otorgada a Junts porque abre la puerta a normalizar sus relaciones. En una entrevista con Crónica Global, recuerda que Génova ya tuvo conversaciones con los neoconvergentes el pasado verano: "El problema para el PP no era pactar con Junts, sino que no podía meter en la misma ecuación a Junts y a Vox", espeta.

Estas elecciones europeas han ido precedidas por unas catalanas que han sido trascendentales. ¿Ha tenido la sensación de que han quedado opacadas algunas cuestiones de ámbito europeo que son importantes?
Tengo la percepción de que hay un cierto cansancio electoral, especialmente en Cataluña, porque hemos tenido tres contiendas muy seguidas. El último mes el PSC ha hecho un enorme esfuerzo por explicar todo lo que está en juego este domingo para Europa. Por primera vez existe el riesgo de una entrada con mucha fuerza de una extrema derecha a la que el PPE le abra la puerta. Tenemos que reforzar el proyecto europeo si queremos adaptarnos a un mundo en profundo cambio. Este riesgo de la extrema derecha lo impediría y, probablemente, nos empujaría a la irrelevancia internacional.
¿Qué se ha hecho mal para que la extrema derecha irrumpa con tanta fuerza?
La extrema derecha espera sacar un total de un 16-18% en el voto europeo, con muchas opciones de ganar en Holanda, Austria, Francia o Italia. Esa es la realidad. Se nutre de la desigualdad y de aquellos que se sienten apartados por los beneficios de la globalización. Ante esto, la extrema derecha levanta la mano y dice si queréis poner un freno de mano a todos estos cambios tan acelerados, votadme. El problema es que ese freno de mano no existe. Nosotros intentamos decir que la extrema derecha habla de problemas reales con recetas falsas que dividen a nuestras sociedades y levantan bajas pasiones y odio en muchas ocasiones. La socialdemocracia y los socialistas europeos esperamos obtener en España uno de los mejores resultados de toda Europa.
Precisamente por el cansancio electoral que antes comentaba, se espera que haya una participación baja el próximo domingo. ¿Qué le dice a la ciudadanía para que vaya a votar?
Les decimos varias cosas. Primero, que estas son diferentes a todas las elecciones europeas pasadas. El equilibrio de fuerzas en Bruselas puede cambiar por primera vez en 70 años la integración y está en riesgo el modelo de bienestar y de libertades que hemos construido en Europa. En segundo lugar, necesitamos consolidar los cambios positivos que hemos tenido en Europa. Una Europa que ayudó durante la pandemia en la vacunación, con los fondos de recuperación, que protegió el mercado laboral europeo y español con los ERTE, que ha puesto en marcha el Pacto Verde Europeo. Estos beneficios, pasar de la política de recortes y austeridad a la política de inversión, están en juego este domingo. Y en tercer lugar, necesitamos reforzar el proyecto europeo para adaptar a Europa, que es el 6% de la población mundial, a una dinámica económica y política de altísima competencia internacional.
Uno de los temas que se han colado en la campaña de las europeas es la ley de amnistía. Con esta medida de gracia, ¿se da por acabado el procés?
Lo que ha dado por acabado el procés y ha abierto una nueva etapa política en Cataluña son las elecciones del 12 de mayo y el resultado. Un resultado que además se ha leído con mucha atención y seguido con mucha atención desde fuera. Un resultado que da dos grandes noticias. La primera, una victoria muy clara e histórica, en votos y escaños, del PSC y de Salvador Illa. La segunda, se pierde por primera vez la mayoría independentista en el Parlament en la democracia reciente. La nueva etapa política tiene que pasar por el liderazgo de Illa al frente de la Generalitat. Ha contribuido la estrategia de diálogo, distensión y convivencia del gobierno de Pedro Sánchez, que incluía medidas de gracia como los indultos o la ley de amnistía.
¿Cómo se ve la amnistía en Europa?
Las amnistías no son ajenas al ordenamiento jurídico europeo. De hecho, existen explícitamente en constituciones como la portuguesa o la italiana. En el caso de Alemania hemos tenido una cincuentena de leyes de amnistía, que son mecanismos extraordinarios para hechos extraordinarios como los que vivimos aquí, muy graves, de 2017. Así que no es ajeno a nuestro contexto y a nuestros estándares europeos. Desde fuera, que siempre se ven las cosas con más distancia y no con tanta pasión, se ve que el gobierno de Pedro Sánchez ha sido valiente y con mucho coraje para afrontar lo que era la crisis institucional más grande que había vivido la democracia española, que vivimos durante los gobiernos del Partido Popular en el 2017 y que la ha resuelto.
¿Ve a Carles Puigdemont volviendo con esta ley de amnistía en el corto plazo para una nueva investidura?
Lo desconozco. Es una decisión que tiene que tomar él.
Los partidos independentistas y el PP le han criticado al Gobierno que no esté publicada en el BOE. Lo achacan a la campaña de las europeas…
Es un procedimiento ordinario en toda esta cuestión. Es una ley más que se publicará en el BOE, una ley que tiene la legitimidad como cualquier otra aprobada.
En los últimos días hemos visto un nuevo guiño de Alberto Núñez Feijóo a Junts. El líder del PP ha hablado de una moción de censura contra Sánchez. ¿Les ve pactando?
Provoca mucha extrañeza que el señor Feijóo, después de pasarse meses manifestando contra la amnistía, abra la puerta a hacer una moción de censura. También sabemos que esas conversaciones existieron durante el verano, después de las elecciones generales. El problema para el PP no era pactar con Junts, sino que no podía meter en la misma ecuación a Junts y a Vox. Aunque sea su argumento principal frente al gobierno, no tenía ningún problema en llegar a ese tipo de acuerdos. A diferencia de nosotros, cualquier conversación que hemos tenido ha sido muy pública y muy transparente. Lo que no sabemos es lo que hablaron y lo que hablan hoy el señor Feijóo con Junts.
Otro de los acuerdos del PSOE alcanzados con el independentismo es la oficialidad del catalán en la Unión Europea. ¿Es este otro reto para la próxima legislatura?
Hay un acuerdo político y un compromiso en el que va a apoyar la oficialidad de las lenguas oficiales. No solo del catalán, también del euskera y el gallego. Una lengua que tiene también un reconocimiento constitucional. Y apoyar su uso en el Parlamento Europeo requiere de unanimidad. Se ha llevado la cuestión en diferentes ocasiones al Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea y, al mismo tiempo, el uso del catalán en el Parlamento Europeo requiere de una mayoría en la mesa del Parlamento. Los socialistas estamos comprometidos con esto. La diversidad lingüística es una fortaleza de Europa. Refuerza también la proyección de la riqueza de la diversidad de España en la Unión Europea y en Bruselas. Creemos en el reconocimiento de nuestra diversidad interna y, al mismo tiempo, creemos que, para la Unión Europea y para las instituciones europeas, una medida de este tipo acerca a millones de parlantes de estas lenguas las instituciones europeas.

Volviendo a Cataluña, ¿el PSC descarta del todo una abstención para que Puigdemont sea presidente?

Absolutamente.
¿Aunque eso implique que Junts siga amenazando con tumbar la legislatura en Madrid?
Junts ha llegado a un acuerdo político con el PSOE, que tiene que ver con la investidura y el apoyo al gobierno de España. Si quiere hacer un gobierno con Vox y el PP, tendrá que explicarle a los catalanes y a las españolas para hacer qué y por qué.
¿Sería un fracaso que Cataluña vuelva a elecciones en otoño?
Absolutamente. Llevamos diez años de parálisis y bloqueo en la política catalana. Yo creo que existe una voluntad de los catalanes de volver a tener una gestión eficaz de nuestro autogobierno, centrada en la educación, la sanidad, la sequía, la energía, nuestra industria. No podemos permitirnos seis meses más de parálisis.

¿Cuáles son las dos o tres principales prioridades o propuestas en esta nueva legislatura europea?

Nosotros reclamamos más Europa, reforzar el proyecto europeo, consolidar el cambio en la política económica. Apostar por una agenda verde, con dimensión social, una transición justa que se apoya a los consumidores, en los trabajadores y en la industria en este cambio masivo que vamos a liderar. Queremos una Europa que garantice nuestro modelo social basado en servicios públicos de calidad, en trabajos de calidad. Y que haga frente, en la protección de nuestro modelo social, a uno de los grandes retos, que es el acceso a la vivienda. Esperamos que se puedan realizar desde este mandato.

Hace unos días el gobierno reconoció el Estado palestino. ¿Están satisfechos? ¿Es suficiente?

No es suficiente en tanto en cuanto al drama humanitario. Las muertes de civiles y las operaciones militares continúan en la franja de Gaza. Hay 35.000 muertos en la franja. Tenemos además la Corte Internacional de Justicia, que ha dictado medidas que son vinculantes para el derecho internacional público y que hoy no se están cumpliendo por parte de Israel. Hay que recordar que ha sido un reconocimiento coordinado con Noruega e Irlanda y, ahora, se ha sumado a Eslovenia. Y estos cuatro países envían el mensaje de que la única salida para Oriente Medio, para Israel y Palestina, son dos Estados que convivan con paz y seguridad. Y empujar en esta dirección. La respuesta a ello ha sido la fotografía de Netanyahu con el señor Abascal, al que deja literalmente fuera de juego a Feijóo.

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