La secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, ha rechazado la presión que los partidos están ejerciendo sobre ellos para desbloquear la gobernabilidad de Cataluña. Ha advertido de que, hoy por hoy, ERC no facilitará la investidura del candidato socialista, Salvador Illa, a cambio de nada.
"¿Cómo se nos puede pedir que invistamos gratis a un presidente que ni tan solo apuesta por acabar con la asfixia económica y, al mismo tiempo, argumentar que esto es bueno para Cataluña?", se ha preguntado. Y ha asegurado que a ERC no le da miedo un escenario de repetición electoral.
Pero esto no es lo que se comenta de puertas para adentro. Las fuentes consultadas por este medio aseguran que volver a las urnas supondría un tiro en el pie para un partido que ya ha sido apeado por Junts de la hegemonía independentista y que se hundió en los 20 escaños en las elecciones del 12 de mayo.
Por otro lado, cabe destacar que Esquerra no está preparada para ir a otras elecciones. La debacle del 12M provocó la dimisión de su candidato, Pere Aragonès. En caso de repetición, el partido debería elegir un nuevo cabeza de cartel y "nadie quiere ahora asumir esa responsabilidad", advierten.
Aviso a Junts
En una entrevista en El Món a Rac1, Rovira ha pedido a las formaciones que dejen de hablar por ERC: "Si alguien quiere alguna cosa, ya sabe dónde nos pueden encontrar". También ha lanzado un aviso a sus exsocios neoconvergentes, quienes también ejercen presión estos días para que den sus votos a favor de investir a Carles Puigdemont.
Aun así, cabe recordar que sería un "apoyo simbólico", tal y como apuntan las mismas voces, ya que el fugado no tiene los números para ser elegido president. Todas las fórmulas pasan por el PSC, que ya ha rechazado dar su apoyo.
Reunión con líderes territoriales
Estas declaraciones se producen el mismo día que Rovira ha convocado a los líderes territoriales de ERC para conocer la postura de los militantes sobre una posible investidura del socialista, así como de las negociaciones de cara a designar la Mesa del Parlament.
Desde las filas republicanas aseguran que las dos negociaciones irán por "separado" porque ven "imposible que haya un acuerdo de investidura antes del 10 de junio viendo los ritmos de Junts y PSC", cuando está prevista la sesión plenaria para constituir este órgano. El siguiente paso será que, el nuevo presidente de la Mesa, nombre un candidato para intentar su investidura.