Los resultados de las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo no fueron buenos para los Comunes, que se han quedado con seis diputados --dos menos que en 2021--. De ahí que, en los últimos días, hayan rebajado sus exigencias para facilitar la investidura del socialista Salvador Illa, conscientes de que es la única forma que tienen de influir en el tablero político catalán.
Así lo ha expresado este miércoles el candidato de Comuns Sumar a las elecciones europeas, Jaume Asens, que ha asegurado que el Hard Rock no será una línea roja para contribuir a que el socialista sea president de la Generalitat. De este modo, se bajan del carro después de que el macrocasino sí fuera una exigencia para aprobar los últimos presupuestos de Pere Aragonès.
Precisamente, cabe recordar que su enrocamiento con este proyecto provocó el adelanto electoral al no aprobarse la ley más importante de la legislatura.
Las líneas rojas son una "mala práctica"
En una entrevista en Aquí Catalunya de la Cadena SER, Asens considera que es una "mala práctica" el hecho de ir a las negociaciones con líneas rojas. Sí es partidario de ir "con exigencias" para cumplir con los programas electorales de cada formación, si bien ha pedido que no se conviertan en "tablas de Moisés inamovibles".
En este sentido, ha puesto como ejemplo al Partido Socialista, que ha tenido la "capacidad de flexibilizar". "Por eso hemos avanzado en agenda social", ha sentenciado. También ha destacado los cambios de opinión del PSOE en cuanto a Cataluña: "Hablaba de que traería a Puigdemont detenido con helicóptero y, al final, se ha aprobado una amnistía", ha presumido.
Por ello, se ha mostrado convencido de que los de Jéssica Albiach serán capaces de "defender" sus posiciones, pero también han lanzado un aviso a los socialistas: "Si quieren tener una investidura, tendrán que flexibilizarlas".