Oriol Junqueras dejará la presidencia de ERC después de las elecciones europeas del próximo 9 de junio y se tomará un periodo de reflexión y escucha para decidir acerca de su futuro. En un comunicado, los republicanos han anunciado la decisión de su líder, que lleva en el cargo desde 2011, y, también, han fijado para el 30 de noviembre su próximo Congreso Nacional, donde marcarán su nueva estrategia.
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En la misma nota, ERC ha informado de que la ejecutiva nacional, que se ha reunido este miércoles para valorar la delicada situación que atraviesa el partido, seguirá las reuniones para "valorar la respuesta que la formación da a los resultados y la situación creada el pasado domingo".
Rovira se retira
A renglón seguido, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha anunciado en X que, "por coherencia" y por los malos resultados en las urnas, no optará a la reelección. En una carta abierta, explica que lleva más de 12 años de mandato (la mitad de los cuales, huida en Suiza por su posible responsabilidad en el procés y su presunta implicación en el Tsunami Democràtic), y que es necesario un relevo.
Además, presume de la ley de amnistía, "la primera gran victoria de resolución del conflicto político", y son otros liderazgos los que ahora deben continuar con el camino, en sus palabras. Añade que, "en mitad de las disputas independentistas", ha dedicado los últimos años a "buscar una nueva vía democrática para conseguir el referéndum". Dice que esa vía ahora existe, y es momento de irse.
Aragonès, el primero en marcharse
Estos movimientos en el seno de ERC se producen después del batacazo electoral del pasado domingo, donde los republicanos perdieron 180.000 votos y 13 diputados. Unos resultados que confirmaron la tendencia descendente de Esquerra en las últimas elecciones, y que derivaron en la renuncia de su candidato y aún president, Pere Aragonès.
La debacle ha generado un auténtico terremoto, y ha dividido a un partido que tratará de coserse después del verano.