La campaña electoral para las elecciones catalanas del 12 de mayo enfila su semana decisiva con parte de las miradas puestas sobre Aliança Catalana, el partido de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, que amenaza escaños decisivos para la formación de un futuro Govern independentista en las provincias de Lleida y Girona.
Es por ello que estos días cunde el nerviosismo en Junts y ERC, donde miran por el retrovisor a la ultra tanto en Barcelona --donde se reparten una mayor cantidad de escaños y podría arañar representación-- como en dichas provincias. El motivo: la batllesa estaría logrando más implantación territorial de la que se esperaba en un primer momento y estaría en disposición de dar un vuelco al tablero político catalán si su campaña logra despegar en los próximos días. Así lo vaticinan también los sondeos.
El "voto oculto" en Girona
En el caso de Girona, el candidato de Junts Carles Puigdemont se juega su credibilidad en la provincia tras haber sido alcalde de la capital e intenta cerrarle el paso a Orriols desplegando todos sus esfuerzos, según fuentes de la formación. No es para menos, ya que se trata de "una de las provincias con más inmigración y okupaciones de España".
Las mismas voces apuntan que el tema de la inmigración y la seguridad "comienza a ser muy dramático" y que hay "convergentes de toda la vida" que están cansados de que su partido no lo afronte con determinación. Advierten de que Orriols cuenta con una bolsa de "voto oculto" en Girona y que muchos descontentos con Junts, e incluso con PP y Ciudadanos, acabarán apostando por la de Ripoll el 12 de mayo.
Los comunes también temen a Orriols
Pero no sólo Junts teme a Orriols. En Girona, existiría un escaño decisivo para otorgar la mayoría absoluta al bloque independentista, el temido escaño 68, que se disputa entre los comunes y Aliança Catalana. Y esta última tiene muchos números de acabar llevándoselo, según las mismas voces, ya que el candidato de los comunes, Eloi Badia, era un cargo de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona y en la provincia "no es tan conocido".
De hecho, a algunos partidos de la oposición les sorprende que Comuns-Sumar haya apostado por un cabeza de cartel que ha tenido poco vínculo con la demarcación hasta hace poco tiempo.
En Lleida, un escaño entre ERC y AC
Por su parte, en Lleida se da la circunstancia de que el escaño que está en juego puede ir a parar a ERC o también ir a parar al partido de Orriols. No obstante, los republicanos confían en que con el sprint de campaña de los próximos días lograrán conquistar ese diputado frente a la formación ultra.
Con todo, Sílvia Orriols puede convertirse en una de las protagonistas de la noche electoral del 12M, tanto si obtiene representación parlamentaria, como si no. Y es que puede acabar con los anhelos de una nueva mayoría independentista al fragmentar aún más el espacio pero sin obtener un solo escaño, o empujarles hacia una radicalidad no vista desde los años más turbulentos del procés, en el caso de que dependa de sus diputados que Puigdemont sea president de la Generalitat.