Arranca la campaña en Cataluña: así llegan los partidos al 12M

La campaña electoral para las elecciones catalanas del 12 de mayo ha arrancado este jueves tras un largo periodo de tensa calma en el que los dirigentes políticos han ido adoptando posiciones estratégicas preparándose para una guerra total.

La precampaña, que sobre el papel ha durado apenas unas semanas, se inició realmente durante los acuerdos de investidura del presidente Pedro Sánchez, cuando ERC y Junts competían por demostrar quién era mejor negociador ante el electorado catalán, mientras el PSC comenzaba a hacer pedagogía de la amnistía como una nueva herramienta para la “normalización” de la convivencia en Cataluña.

El candidato del PSC, Salvador Illa (i); y el de ERC, y Pere Aragonès (i) se saludan, al finalizar el debate preelectoral organizado por la patronal PIMEC EFE

Desde entonces, la tensión entre partidos no ha dejado de crecer hasta que, el pasado marzo, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, quiso dar el primer golpe sobre el tablero. De manera similar a cuando echó del Govern al vicepresidente Jordi Puigneró, poniendo en bandeja la ruptura de la coalición con sus socios de Junts.

Aprovechando las líneas rojas de los comunes a los presupuestos –especialmente con el Hard Rock--, el republicano convocó elecciones anticipadas al 12 de mayo, intentando pillar a sus adversarios con el pie cambiado. Pero, al final, su partido está siendo el peor parado de todos. O casi todos.

Aragonès y su intento de marcar la agenda política

ERC va tercero en la mayoría de sondeos y los intentos de Aragonès por marcar la agenda política no le han permitido coger impulso y poner a la defensiva al resto de candidatos. Es más, su campaña se ha venido marchitando incluso antes de comenzar. Y es que consellers como Gemma Ubasart (Justicia) o David Mascort (Acción Climática) se han visto envueltos en crisis que se han convertido en la Generalitat en un incordio, en lugar de en una oportunidad para que los republicanos saquen pecho de su gestión.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en el acto de inicio de campaña EUROPA PRESS

Hoy por hoy, Aragonès no despega en las encuestas y el pragmatismo de ERC se ha visto devorado por el hiperliderazgo de Carles Puigdemont, quien tiene muy difícil ganar las elecciones del 12 de mayo, pero más fácil recuperar la hegemonía de Junts en el espacio independentista.

Puigdemont: volver a ser segundos

Quedar segundos y que haya mayoría independentista. Ese es el objetivo prioritario para Junts ante el 12M. La mayoría de sondeos vaticinan que el independentismo perdería la mayoría y, con ello, se abriría la posibilidad de otras fórmulas: un tripartito, una sociovergencia o un Gobierno en solitario del PSC. Pero el prófugo intenta pisar el acelerador para recortar distancias con el candidato socialista, Salvador Illa.

Acto de inicio de campaña de Junts EUROPA PRESS

Puigdemont ha intentado polarizar la campaña, provocando un efecto de voto útil a favor de sus siglas en el caso del electorado nacionalista. Una estrategia que podría dar réditos a un partido que lleva sin levantar cabeza desde las autonómicas de 2021 hasta las generales de julio de 2023, cuando Junts se convirtió en la llave de la gobernabilidad de España con siete diputados.

El periodo de reflexión de Sánchez

Pero quien más tiene el viento a favor es el PSC. Illa se ha convertido en el favorito para ser president de la Generalitat, como reflejan la mayoría de encuestas, y, además, su posición en el tablero ideológico es la idónea para poder pactar con el resto de partidos reivindicando el diálogo y la necesidad de acuerdos, con la excepción ya declarada de Vox y el partido de Sílvia Orriols.

Decenas de personas en el acto de apertura de campaña del PSC en Sabadell EUROPA PRESS

A su favor, el discurso de mayorías y la implantación territorial de un PSC que gobierna muchos ayuntamientos de Cataluña. En contra, las imágenes de Illa compareciendo en el Senado y en el Congreso por un caso Koldo que no le influye especialmente en Cataluña.

Por otro lado, el periodo de reflexión que se ha dado Sánchez para decidir si dimite o no de su cargo de presidente tras la denuncia de Manos Limpias contra su esposa, influirá en los resultados del PSC en las elecciones del 12M. Probablemente, desviando durante los primeros días de campaña la atención del siempre protagonista Puigdemont, y revitalizando el relato del líder de los socialistas, que podría salir reforzado de la situación en caso de convocar --y ganar-- una cuestión de confianza.

El PP quiere recuperarse tras años difíciles

Por su parte, se espera un ascenso del PP de Alejandro Fernández. Un hábil parlamentario que ha resistido el oleaje del siempre complejo PPC, de cuyo liderazgo ha estado a punto de ser apeado en favor de perfiles más próximos a la dirección nacional de Alberto Núñez Feijóo. Los populares tendrán la difícil tarea de recuperar votante de Vox y de Ciudadanos, a la par que seducen a desencantados del PSC con la amnistía.

Alejandro Fernández, candidato del PP a las elecciones del 12M LUIS MIGUEL AÑÓN Barcelona

Este último objetivo será el más difícil debido a la estrategia de voto útil que pondrán en marcha los socialistas, pero los sondeos pronostican que el PP abandonará el grupo mixto y recuperará un nutrido grupo parlamentario.

Las fugas de voto de comunes y CUP

Por otro lado, Jéssica Albiach y Laia Estrada --candidatas de Comuns-Sumar y la CUP, respectivamente-- tienen difícil mantener su representación. La primera, porque, pese a haber sido en parte responsable del adelanto electoral tras vetar los presupuestos por el Hard Rock, previsiblemente sufrirá una fuga de votos en favor de Salvador Illa. La segunda, porque compite con otros candidatos que pelearán duramente por el votante independentista más radical, si bien se hallan a la derecha del espectro. Esos son, Puigdemont, el Alhora de Clara Ponsatí y la Aliança Catalana de Orriols.

La líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, interviene durante el pleno del debate a la totalidad de Presupuestos 2024 David Zorrakino EUROPA PRESS

Finalmente, Vox espera mantener su 11 escaños en el Parlament, esperanzados tras resistir en el País Vasco y aprovechando el revulsivo que puede significar para sus votantes el posible regreso del fugado Puigdemont. No obstante, el discurso anti-inmigración de Sílvia Orriols podría hacer peligrar algunos de sus escaños, si bien fuentes de la formación hace tiempo que restan importancia a la candidatura de la alcaldesa de Ripoll.

Más complicado lo tiene Ciudadanos, que tras romperse la posibilidad de una coalición con el PP, tendrá que pelear hasta el último minuto para demostrar que todas las encuestas se equivocan y pueden mantener representación.

Carlos Carrizosa, candidato de Ciudadanos a las elecciones del 12M LUIS MIGUEL AÑÓN Barcelona

Aun así, la campaña electoral encuentra a varios partidos en forma, y a otros en un momento frágil. Pero no cabe duda de que nos encaminamos hacia un 12M en que todos aumentan sus esfuerzos para seducir a un electorado catalán cansado tras una década de procés. Y, ahora, también pendientes de una decisión de Sánchez que anunciará el próximo lunes.