Queda menos de un mes para las elecciones catalanas del 12 de mayo y los partidos ya lanzan sus spots. Uno de los primeros en hacerlo ha sido el PP, quien ha apelado al votante socialista decepcionado con la amnistía otorgada al prófugo Carles Puigdemont.
El vídeo lo protagoniza una mujer, votante del PSC. Mientras se prepara para salir de casa --decorada con fotografías de dirigentes como Pasqual Maragall o Josep Borrell-- el informativo de la televisión explica que el fin de semana los socialistas volverán a celebrar su tradicional fiesta de la rosa en Gavà, un acto que cerrarán Salvador Illa y Pedro Sánchez.
Al girarse, se topa con un espejo en el que aparece la cara de Puigdemont, junto a las palabras desigualdad, malversación e impunidad. Una clara alusión a esos votantes que se han sentido decepcionados por los pactos del PSOE con ERC y Junts para la investidura.
A continuación, aparece el mensaje: "Puede que tengamos ideas diferentes, pero respetamos que siempre hayas tenido claras las tuyas", espetan los populares utilizando el color rojo socialista. En este sentido, aseguran que ni Illa ni Sánchez "pueden decir lo mismo".
El reto del PP
El PP no lo tiene fácil. Se enfrenta a un PSC disparado en las encuestas, con un candidato bien valorado por los catalanes en general e, incluso, por su propio electorado, según una encuesta de Electomanía para Crónica Global. Además, arrastra años de declive en el Parlament, donde en las últimas elecciones pasaron al grupo mixto.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el acto de presentación de los candidatos del PP en las elecciones catalanas
No obstante, Alejandro Fernández se ha convertido en un candidato duro de roer, como ha demostrado al mantenerse al frente del partido pese a que en un primer momento no estaba clara su continuidad. También es uno de los líderes mejor valorados por las entidades constitucionalistas que, hace pocos años, contribuyeron a aupar a Inés Arrimadas hacia la victoria electoral.
Habrá que ver si el cartel de Fernández y las difíciles circunstancias que rodean al gobierno de Sánchez en el Congreso son suficientes para que el PP logre su ansiado triple objetivo electoral: absorber los restos de Ciudadanos, dar el sorpasso a Vox y morder parte del electorado del PSC.