Alejandro Fernández será el candidato del PP para las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, lo ratificará en una reunión del Comité Autonómico en Barcelona. De este modo, la dirección nacional despeja la incógnita sobre su cabeza de cartel, después de que sonasen otros candidatos más cercanos a Feijóo, de quien es conocida su intención de articular una nueva estrategia política que alimente el diálogo PP-Junts.
El anuncio era inminente. El lunes por la tarde, Feijóo y Fernández se reunieron a puerta cerrada para abordar el futuro inmediato de la formación en Cataluña. Tras el encuentro, el líder de los populares publicó un mensaje en 'X' afirmando que estaba a "disposición" del partido "como candidato a la Generalitat, o como afiliado de base". Un mensaje que evidenciaba que no perdía la esperanza hasta el último minuto.
'Salvado', pese a los desencuentros
Y así ha sido. Feijóo ha optado por la decisión más pragmática, ya que la cuenta atrás para las elecciones autonómicas ha comenzado y los partidos políticos han puesto velocidad de crucero en sus respectivas campañas. El adelanto electoral encontró al PP sin candidato decidido en Cataluña por las dudas que las críticas de Fernández sobre el acercamiento del PP a Junts habían generado en Feijóo, pero finalmente ha apostado por una de las caras más reconocibles dentro del constitucionalismo catalán.
Incluso los dirigentes de las entidades constitucionalistas habían roto una lanza --algunos en público y otros en privado-- a favor de Fernández, y rechazaban la vía de Esteban González Pons para el PP catalán. En agosto, el que es considerado uno de los hombres de confianza de Feijóo defendió la "tradición" y la "legalidad" de Junts de cara a la ronda de contactos para la investidura del líder popular. Un tímido gesto con el que Génova 13 mostraba su voluntad de no depender de Vox y, de cara al futuro, reconstruir puentes con los neoconvergentes.
Aquella señal no pasó desapercibida, especialmente para los de Alejandro Fernández, quien criticó públicamente estos acercamientos, afirmando que no había nada de que "hablar" con ellos y que Junts sí era su "rival". Posteriormente, ha criticado que haya dirigentes de su formación en Cataluña que quieran "copiar al PSC" para crecer, además de recordar él no es ni "socialista" ni "nacionalista". Un ataque velado a la dirección provincial del partido en Barcelona, que en los últimos años se ha situado como más próxima al equipo de Feijóo y ha tenido múltiples rifirrafes con Fernández.
Fernández, "una piedra en el zapato"
A raíz de estos desencuentros, Feijóo buscaba reconstruir un partido más "centrado" en Cataluña y que, en el futuro, pudiera volver a dialogar con Junts. Tanto en el Parlament como en el Congreso. Para muestra, el globo sonda del líder de los populares en plena campaña gallega sobre la hipótesis de un "indulto condicionado” para Carles Puigdemont, siempre que rindiera cuentas ante la justicia y que la reconciliación entre catalanes sea real. Con ese objetivo, el gallego manejaba varios candidatos para suceder a Fernández, entre los cuales la eurodiputada Dolors Montserrat.
Pero, finalmente, Fernández se ha impuesto y enfila la campaña en disposición de mejorar sustancialmente los resultados de las anteriores elecciones catalanas, que arrojaron a la formación al grupo mixto con tan solo tres diputados.
El discurso duro del PP respecto a los partidos independentistas o la amnistía del Gobierno de Pedro Sánchez está asegurado con Fernández como cabeza de cartel, cuya estrategia pasará por absorber los últimos votantes de Ciudadanos, recuperar algunos que se fueron a Vox y seducir al electorado del PSC desencantado con la amnistía. Siendo este último su objetivo más difícil, teniendo en cuenta la capacidad de atraer voto útil de un Salvador Illa que va primero en los sondeos.