Los exmandatarios de la Generalitat fugados de la justicia desde el golpe secesionista de 2017 ya planean regresar a los puestos de mando en Cataluña sin haber rendido cuentas ante la justicia por la Ley de Amnistía del procés impulsada por el Gobierno. Tan sólo un día después de que Carles Puigdemont anunciara ayer que será el candidato de Junts per Catalunya en las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo, el exconseller de Cultura Lluís Puig -huido, al igual que él, en Bélgica- ha pedido ir en las listas de los posconvergentes.
"Tengo ganas de poder pisar el Parlament", ha manifestado Puig en declaraciones a Terrassa Digital, celebrando que los delitos del procés vayan a quedar impunes.
Según el dirigente secesionista, investigado por la organización del referéndum ilegal y anticonstitucional del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña de 2017, considera que "el único peligro sería que PP y Vox rompieran la Constitución, que ellos fueran los que rompan el régimen del 78".
"Si ellos llegan a hacer eso, con todo lo que supone y lo que quiere decir, seguramente podrán parar esta ley. Si no, no tienen freno. Hacer una ley de amnistía es perfectamente asumible en el derecho europeo", ha añadido Puig, uno de los dirigentes beneficiarios de la misma.