El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
El nerviosismo de ERC por los presupuestos de la Generalitat llega a Yolanda Díaz
Los republicanos trasladan a la líder de Sumar que no aprobarán las cuentas de España si los comunes no ceden con las catalanas
7 marzo, 2024 13:17Noticias relacionadas
El Govern tiene los días contados para conseguir los apoyos a los presupuestos de la Generalitat, la ley más importante de la legislatura. Más aun, cuando podría tratarse de la última de Pere Aragonès como president. Los republicanos siguen a la espera de convencer a los comunes, de quienes necesita dos votos para sacar adelante el proyecto. Por ello, han activado un nuevo mecanismo de presión: acudir a Yolanda Díaz.
Según ha avanzado Nació Digital, ERC trasladará a la líder de Sumar que su partido no dará apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) si los de Jéssica Albiach no dan luz verde a los de la Generalitat. De este modo, plantean un intercambio de cromos entre el Congreso de los Diputados y la Generalitat, tal y como han hecho PSC y ERC entre la primera institución y el Ayuntamiento de Barcelona.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (i), se dirige al líder del PSC, Salvador Illa (d), durante una sesión plenaria en el Parlament
El Hard Rock
El principal escollo sigue siendo el Hard Rock, un proyecto que los comunes rechazan y que los socialistas pusieron como condición para dar su visto bueno. Por ahora, Aragonès solo cuenta con 66 de los 68 votos que necesita para aprobar la ley, por lo que los votos a favor o la abstención de los de Jéssica Albiach son imprescindibles.
Sin embargo, la líder de los comunes en el Parlament sigue enrocada en el no hasta que el Ejecutivo autonómico renuncie a un macrocasino que, a su parecer, solo trae delincuencia, ludopatía y problemas de salud mental.
La exalcaldesa de Barcelona y concejal de BComú, Ada Colau, y la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach
Los comunes se hacen de rogar
Tal y como explicó este medio, los comunes se están haciendo de rogar con los presupuestos. Un rechazo que va más allá de las razones ideológicas. La razón de peso por la que los de Albiach se han enrocado tiene que ver con el “lío interno” en el que la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene mucho que decir.
Y es que el Parlament no es una isla ajena al resto de instituciones: el no sistemático por el Hard Rock coincide con las negociaciones de las cuentas en el consistorio de la capital catalana, donde Colau aprieta para que su partido pueda entrar en el gobierno municipal.
