El sector vinícola del Penedès, región que aglutina cerca del cincuenta por ciento de la industria del vino catalán, se suma a las demandas encabezadas por agricultores y ganaderos para pedir a la Generalitat que reduzca las restricciones al agua de riego durante el actual episodio de sequía.
Desde el Institut Agrícola Català de Sant Isidre, asociación empresarial del sector agrario catalán, advierten de que actualmente "está en peligro la producción de más de veinte millones de litros de vino" y "el empleo de unas 10.000 personas". Por este motivo piden, entre otras cosas, que el Govern "habilite urgentemente las ayudas de la sequía correspondientes a la campaña anterior".
Riego de subsistencia
Las restricciones actuales han reducido en un 80% el acceso al agua del sector agrícola. Sin embargo, el sector vitícola tiene el grifo cerrado al tratarse de un cultivo leñoso, para el cual únicamente se pueden solicitar riegos puntuales de supervivencia en casos de extrema necesidad.
En este sentido, la asociación pide habilitar pozos que puedan proporcionar cubas de agua que no influirían en el abastecimiento de la población pero que permitirían "salvaguardar" las plantaciones ya existentes y evitar la muerte del mayor número posible de cepas.
Previsión de muerte de las vides
El Institut Agrícola prevé un aumento de la mortalidad de las vides en una gran parte de las explotaciones del Penedès, por lo que solicita a la Conselleria d'Acció Climàtica que se aplique "una ayuda extraordinaria para la replantación de cepas para próximos ejercicios" y el establecimiento de "líneas de liquidez y aval" para aquellas empresas que se vean afectadas por la disminución de la producción.
Además de estas solicitudes específicas para la viticultura, el Penedès se suma a las demandas genéricas del sector como la simplificación de la burocracia.