Las denuncias de acoso en Junts no han hecho más que acrecentar la guerra interna entre el sector pragmático y el radical, liderado por Laura Borràs. Ahora, sus críticos están maniobrando desde la Mesa del Parlament para suspender el protocolo para la prevención, detección, abordaje y resoluciones de situaciones de acoso dentro de la institución.
Anna Erra ha hecho llegar esta propuesta a los partidos mientras siguen abiertos los casos que afectan a la secretaria segunda de la Mesa y vicepresidenta de Junts, Aurora Madaula, y la diputada Cristina Casol. Ambas forman parte del círculo de Borràs, junto a otros como Francesc de Dalmases, Jaume Alonso Cuevillas y Ester Vallès.
Sin embargo, PSC, ERC y la CUP -presentes en la Mesa- han echado por tierra sus intenciones al considerar que supondría una situación de indefensión para posibles víctimas y una inacción de la Cámara, tal y como ha avanzado Nació Digital.
Dimisión o expulsión
Con esta maniobra, los afines a Jordi Turull han intentado atajar de una vez por todas los líos internos en el grupo parlamentario a raíz de las dos denuncias. Una de ellas es la de Casol, quien acudió a una Oficina de Igualdad del Parlament que acabó concluyendo que no había hechos probados, aunque sí describía un ambiente de tensión y trabajo "donde el machismo cultural está arraigado".
Tras la decisión de la Cámara autonómica, la dirección de Junts le reclamó que dimitiese o, por el contrario, sería expulsada. Hoy por hoy, sigue adscrita al grupo a la espera de lo que decida la Ejecutiva el próximo lunes, aunque ella avisa: no dejará su acta de diputada.
Si bien Turull podría echarla, fuentes consultadas reconocen a Crónica Global que existe "cierto temor" porque, en caso de que se vaya como diputada no adscrita, Junts perdería un voto, propiciando que se alinee con ERC y que exista un cierto "efecto llamada" en otras diputadas que, como ella, forman parte del círculo de Borràs.
Madaula también denuncia en el Parlament
Pero la de Casol no es la única denuncia que ha habido en los últimos meses. En noviembre, Aurora Madaula denunció ser víctima de "violencias silenciosas" por parte de "compañeros y compañeras". Una veintena de diputados vieron una "traición" en estas declaraciones, lo que les llevó a presentar un escrito ante la Comisión de Garantías del partido, que no ha deliberado al encontrarse Madaula de baja médica.
Pero la falta de confianza de Madaula en el órgano interno del partido es una evidencia, por lo que, paralelamente, ha acudido también al Parlament, donde ha presentado una denuncia como lo hizo Casol, según ha avanzado el Ara. Habrá que ver si tiene el mismo recorrido.