Sergi Sabrià deja de estar entre bambalinas. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado que el actual director de la Oficina de Estrategia y Comunicación de la presidencia pasará a ser el viceconsejero, un cargo de nueva creación.
Es uno de los dirigentes más cercanos a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, fugada en Suiza por su relación con el referéndum ilegal del 1-O. Ambos compartieron filas en el Parlament: él ejerció como portavoz mientras ella lideraba el grupo parlamentario.
Protección en la retaguardia
Se le conoce por su proximidad a la etapa de Oriol Junqueras y Marta Rovira. Un político que pasó a la retaguardia para proteger a Aragonès entre bambalinas, haciendo el trabajo de fontanería de un partido político, engrasando la maquinaria institucional en un mandato muy complicado y marcado por el divorcio de la coalición de ERC y Junts, y la búsqueda de nuevos apoyos parlamentarios.
Ahora, el president le asciende por su lealtad y le da un espaldarazo para que desarrolle su actividad con galones para esta última etapa en el Govern, en la que tiene desafíos importantes como la negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez, la aprobación de los presupuestos de la Generalitat y la grave sequía que atraviesa la comunidad, entre otros.
Los retos de Sabrià
Así, Sabrià pasa a ser viceconsejero de Estrategia y Comunicación. Un cargo relevante para afrontar el último año de legislatura de un gobierno en minoría, que se mantiene con tan solo 33 diputados y gracias al apoyo de los Comunes y del PSC, a quienes no interesa enfadar para garantizarse el poder en la Generalitat.
Sergi Sabrià es un "hombre fuerte" dentro de ERC. Así le definen los que conocen al que también fue alcalde de Palafrugell entre 2009 y 2011. Es politólogo y ha dedicado buena parte de su vida profesional a trabajar para la Generalitat, primero en la Dirección General de Difusión y, más tarde, como jefe de Relaciones Institucionales del Departamento de Educación.