Los políticos también han sucumbido al Día de los Santos Inocentes. El alcalde de Girona, Lluc Salellas, ha anunciado que va de camino a Zarzuela para alcanzar un acuerdo "histórico" para su ciudad. Un mensaje que ha generado risas entre aquellos que saben que el partido al que pertenece, la CUP, ha llegado a organizarse para boicotear la visita del Rey a la ciudad por los premios Fundación Princesa de Girona.
En una entrevista en Rac1, en 2018, llegó a decir que los médicos de la sanidad privada que fueran independentistas no deberían atender a Felipe VI cuando éste lo solicitase en alguno de sus viajes a Cataluña.
Errejón le sigue el juego
Sin embargo, más han sorprendido las respuestas a sus comentarios. Y es que el diputado de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, le ha seguido el juego. En catalán, le ha dicho: "Avisa cuando salgas y aprovechamos para comernos un bocata de calamares".
Salellas le ha planteado hacer un "café con leche in Plaza Mayor" --en alusión a las declaraciones polémicas de la exalcaldesa de Madrid, Ana Botella-- y el podemita le ha respondido con un "pero pagas tú (estado de las autonomías, se llama", a lo que el cupaire le ha replicado: "Y tanto. Estamos acostumbrados. Desde 1978".
Menos bromas y más gestión
La inocentada ha hecho gracia a sus afines, pero no a aquellos que consideran que el alcalde debería estar por los problemas de la ciudad. "¿Incluso a la hora de hacer bromas tienes que recurrir a referentes castellanos?", le han preguntado.
Cabe recordar que Salellas está sumido en un conflicto por la seguridad pública tras los graves incidentes ante la discoteca Platea hace ahora dos semanas. Además, el cuerpo policial local lleva tiempo luchando para que se mejore su situación, hasta el punto de que se han visto protestas con agentes vestidos de esclavos frente al ayuntamiento, algo inaudito en España.
Su primera acción como alcalde
Aun así, la broma no sorprende. Y es que Lluc Salellas --hermano de Benet Salellas--, ha protagonizado varias polémicas al respecto. De hecho, una de sus primeras acciones como alcalde de Girona fue solemnizar la ruptura de la ciudad con la monarquía.
Tras la declaración de Felipe VI como persona non grata de 2017 --ratificada un año después--, los independentistas del gobierno local (Junts, ERC y CUP) unieron sus votos para aprobar una moción según la cual la capital gerundense se desvincula del Rey.