El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pecado de sobreactuación en el tradicional discurso de Navidad, pues el escenario elegido para el mensaje de este año ha sido el antiguo depósito de agua del Rei Martí, escogido para poner de relieve el compromiso del Govern con la sequía, pero ha constatado que la falta de agua no es la primera de sus prioridades.
De hecho, sus máximas prioridades para su --presumiblemente-- último año de legislatura, dado que se espera un adelanto electoral para finales del 2024, son incrementar la imposición del catalán, seguir arañándole competencias al Estado y, en última instancia, fijar las bases para un nuevo referéndum de independenia, tal como ha pronunciado.
Amnistía y catalán
En este sentido, y tras repasar los "grandes hitos" del Govern en este año que termina, ha dicho que uno de ellos, la amnistía pactada con el Gobieno a cambio de la investidura de Pedro Sánchez, "permitirá el fin de la represión" y es "un paso necesario para abordar la siguiente fase de negociación con el Estado: que Cataluña decida su futuro en libertad, votando sobre la independencia".
En su discurso, la lengua y el traspaso de Rodalies también pasan por delante de la sequía y la educación. De hecho, ha presumido de que hay "más audiovisual en catalán que nunca", algo que considera "fundamental" para el impulso de este idioma en la calle, las escuelas y las pantallas, al tiempo que ha recordado que ya se puede usar en el Congreso.
"Nuestra" lengua
"El 2024 debe ser el año de un nuevo compromiso de todos con el catalán, con más presencia que nunca en todas partes, para fortalecer nuestra lengua y que también la puedan hacer suya quienes han llegado a Cataluña en busca de bienestar y prosperidad", ha proseguido.
También le pide al nuevo año que se apruebe y aplique la ley de amnistía, así como el inicio del despliegue del traspaso de Rodalies. En cuanto a cuestiones como la dependencia, la sanidad pública, la vivienda y la lucha contra la violencia machista se ha limitado a decir que hay que utilizar "todas las herramientas", incluidos los presupuestos de la Generalitat, para los que necesita formar mayorías.
"Financiación singular"
"El 2024 debe ser el año en el que abordemos la segunda fase del proceso de negociación con el Estado, donde Cataluña debe poder decidir libremente su futuro", ha insistido. De hecho, para él tiene que ser el inicio de la "década de la prosperidad y la libertad".
Asimismo, aspira a acordar "una financiación singular con el Estado que ponga fin a un déficit fiscal insoportable" que, en sus palabras, impide destinar los recursos "que administran otros" a "mejorar la sanidad, fortalecer la educación, ayudar a autónomos, trabajadores y emprendedores o a las personas con dependencia, y luchar contra las violencias machistas".
Sequía y educación, en segundo plano
Por el contrario, entre sus últimas prioridades ha pedido el "esfuerzo" de todos para afrontar la sequía y mejorar la deficiente educación de los niños y jóvenes de Cataluña, pues, como refleja el último informe PISA, esta comunidad está a la cola de España en cuestiones tan fundamentales como la comprensión lectora.