El nacionalismo catalán no oculta su malestar y menosprecio hacia la delegación del Parlamento Europeo que estos días visita Cataluña para investigar la inmersión monolingüe obligatoria en catalán que la Generalitat impone desde hace tres décadas en su sistema educativo. Después de haberlo hecho partidos como Junts y ERC, y sindicatos como Ustec-Stes, este martes le ha tocado el turno a la consellera del ramo, Anna Simó (ERC), quien ha llegado a reprochar la supuesta ignorancia de los eurodiputados.
Después de reunirse con ellos, la mandataria secesionista ha explicado que, de las preguntas que le han formulado sobre el incumplimiento de la sentencia firme que obliga a impartir al menos un 25% de clases en castellano, y de la situación de este último idioma excluido en las aulas, concluye que "no tenían conocimiento real de la legislación, la pedagogía y la realidad sociolingüística" catalana.
La consellera de Educación, asimismo, ha llegado a reprochar que el grupo de eurodiputados que visitan Cataluña para analizar la inmersión "tenían su tesis ya muy clara" y que ha intentado compensar este supuesto "desconocimiento", pero desconoce si "iban a modificar ni un ápice" su impresión del sistema educativo de la Generalitat.