El Govern ha salido al paso para maquillar las polémicas declaraciones del secretario de Políticas Educativas de la Generalitat de Cataluña, Ignasi Garcia Plata, que atribuyó ayer los malos resultados en el Informe del Programa para la Evaluación Integral de Alumnos (PISA) a la “sobrerrepresentación” del alumnado inmigrante.

Tras el aluvión de críticas, la Consejería de Educación ha asegurado que, tras contactar con los especialistas que elaboran el informe, “se han podido descartar todas las dudas sobre la representatividad de la muestra respecto a la realidad social”.

Perdón a medias

Por lo tanto, Educación se disculpa por poner en duda la metodología; sin embargo, mantiene la postura acerca de que los malos resultados académicos están relacionados con los “recién llegados”, pues no ha rectificado esas insinuaciones.

No obstante, en un comentario sobre el comunicado oficial, la consellera de Educación, Anna Simó, ha afirmado que el "problema" académico está detectado y "va de pobreza infantil y segregación escolar".

Culpó a los "recién llegados"

El martes, el alto cargo del Departamento de Educación excusó los malos resultados en materias troncales como las matemáticas, la comprensión lectora y las ciencias (en las que los catalanes están por debajo de la media española) y atribuyó estos hechos a una supuesta “sobrerrepresentación” en el informe del alumnado migrante de 4º de la ESO, el curso examinado en estas pruebas. 

“La representación de alumnado de perfil recién llegado está muy por encima del resto de comunidades y de los países de la OCDE”, espetó Garcia Plata durante una rueda de prensa, unas palabras que ha tenido que matizar tras el revuelo causado al decir que los actuales indicadores y estudios tienen limitaciones para comprender la realidad y el incremento de la complejidad del alumnado.

Las divergencias con PISA, despejadas

Ahora, en un comunicado hecho público este miércoles la consejería traslada a los responsables de PISA la confianza completa en la calidad y rigor de unas pruebas en las que "las divergencias en la interpretación de la representatividad de la muestra han quedado despejadas".

A diferencia de ayer, cuando desde la Administración pública no hizo ni un ápice de autocrítica, ahora aseguran que se abordarán los "retos que se consideran relevantes, especialmente sobre cómo mejorar los mecanismos y metodologías para analizar la complejidad o cómo interpretar mejor PISA y los datos existentes para mejorar el sistema educativo".

Maquilla el discurso xenófobo

Con estas palabras el Govern maquilla su discurso xenófobo tras relacionar los bajos resultados académicos con la inmigración e insiste en que tratarán de entender más detalladamente la realidad y "el incremento de la complejidad, especialmente acusada en Cataluña".

En este sentido, según el comunicado, se han señalado "posibles nuevos análisis y estudios para comprender con mayor profundidad a la población en edad de escolaridad de cara a poder tomar decisiones más ajustadas".

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