El conseller de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña, David Mascort, ha asegurado este viernes que en su reunión telemática con la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico del Gobierno, Teresa Ribera, han coincidido en "ponerse a trabajar más deprisa" en la licitación e inicio de obras de las desalinizadoras.
El mandatario de ERC ha explicado que la reunión ha ido "muy bien" y que tiene buena sintonía con la ministra en temas relacionados con la sequía, la energía y la situación de los deltas.
Prisas
Mascort ha asegurado que en su encuentro telemático trataron asuntos como las desalinizadoras, y que están "absolutamente de acuerdo" en ponerse a trabajar más deprisa. Así lo ha dicho en declaraciones a los medios después visitar la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) del Ter en Cardedeu (Barcelona).
El conseller ha asegurado que desde que fueron declaradas obras prioritarias por el Estado hace seis meses, el hecho de que hubiera un Gobierno en funciones y aclarar cómo hacerlo ha "retrasado un poco" los plazos. Pese a ello, cree que "en pocas semanas" se resolverá cómo licitar y empezar las obras, tanto de la ampliación de la desalinizadora de la Tordera como la construcción de la nueva del Foix (Barcelona).
Tres años de sequía
De este modo, el Govern catalán ha expresado su intención de ponerse manos a la obra con esta cuestión con urgencia, después de tres años marcados por la sequía en Cataluña, cuyos embalses de las cuencas internas se sitúan hoy en día en apenas un 18% de su capacidad.
La desaladora de La Tordera, ubicada en Blanes, se inauguró en 2002 y fue la primera que se construyó en Cataluña. Las obras que la Generalitat quiere hacer ahora permitirían ampliar su capacidad.
Estado actual de la antigua iglesia del pantano de Sau, normalmente cubierta por las aguas cuando está lleno
La segunda y hasta la fecha última en hacerse fue la de El Prat, que entró en funcionamiento en 2009, cuando gobernaba el tripartit en Cataluña.
La tercera, en caso de salir adelante las obras que ahora quieren hacerse, sería la de Foix, que se construiría entre los municipios de Cubelles y Cunit.
El Gobierno aportará 435 millones de euros
El Gobierno español prevé destinar 435 millones de euros para las dos nuevas desalinizadoras previstas por la Generalitat, la de Tordera II y la de Foix.
Así se lo ha trasladado la vicepresidenta Ribera al conseller Mascort en su reunión mantenida de este viernes.
Ribera y Mascort han tratado distintos asuntos, entre ellos la sequía que afecta a Cataluña, según ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El pasado abril, después de tres años de sequía en la autonomía, el ministerio recibió una carta de la Generalitat explicando la situación de escasez hídrica y solicitando la colaboración del Gobierno, a través de un paquete de inversiones y actuaciones.
Una vez analizada la solicitud, el ministerio que dirige Ribera ha apostado por las actuaciones de las desalinizadoras de Tordera en Blanes (Girona), donde ya hay una planta y se construirá una segunda, y la de Foix.
Estas dos instalaciones está previsto que puedan producir 80 hectómetros cúbicos anuales de agua desalinizada.
La inversión del Gobierno se ejecutaría con fondos procedentes de la parte de préstamos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Preemergencia por sequía
El sistema Ter Llobregat, que abastece a cerca de seis millones de habitantes de 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y parte de Girona, está en una fase de preemergencia, la previa a la más grave, que implica una reducción del volumen máximo de consumo de agua por habitante y día a 210 litros, incluyendo actividades económicas y comerciales.
Cataluña acumula 36 meses de déficit de lluvias que han situado las reservas de agua de las cuencas internas en apenas el 18%.
Competencia de la Generalitat
Esas cuencas internas son competencia de la Generalitat de Cataluña, pero ello no impide la colaboración del Gobierno para que el Estado central financie actuaciones orientadas a paliar la sequía, destaca el Ministerio de Transición Ecológica en su comunicado.
Las actuaciones propuestas tienen un triple objetivo: garantizar el abastecimiento de agua en caso de sequía en las provincias de Girona, Tarragona y Barcelona; una reducción progresiva del trasvase del Ter a Barcelona, y una reducción de las extracciones de los acuíferos en mal estado ecológico (químico y/o cuantitativo) en la costa catalana.
El ministerio también tiene previsto asumir el coste de la construcción de desalinizadoras en Málaga y Almería, por importe de 200 millones de euros.