Javier García-Conde Gonzalo ha presentado este jueves su renuncia como presidente y coordinador de la delegación provincial de Societat Civil Catalana (SCC) en Lleida tras ocho años en el cargo.
Según ha podido saber Crónica Global, este responsable territorial de la entidad constitucionalista ha comunicado su renuncia a la dirección justificándola por las desavenencias existentes con la estrategia política de SCC, y también por el poco caso que, a su juicio, se ha hecho a sus reivindicaciones de ayuda a escala local.
García-Conde cree que su contribución a la entidad se ha visto limitada, y lamenta la "mala gestión" que, a su juicio, ha derivado en una progresiva pérdida de relevancia desde 2017.
Valores europeístas frente al nacionalismo
El dirigente territorial de Lleida también ha sugerido a SCC que no pierda su capacidad de escuchar y valorar las opiniones de todas sus sensibilidades internas contrarias a la secesión de Cataluña, siempre que se ajusten a los valores democráticos y se alejen de la radicalidad.
García-Conde propone la defensa de los valores europeístas para hacer frente a los nacionalismos, y evitar combatirlos con más nacionalismo, expresando de este modo su rechazo a dar cabida a posibles postulados de extrema derecha.
El responsable de SCC en Lleida, no obstante, valora positivamente el trabajo llevado a cabo en los últimos años por la entidad, recordando de forma especial las multitudinarias manifestaciones contra el referéndum ilegal y unilateral de secesión de Cataluña de 2017.
Rechazo a la ley de amnistía
Asimismo, García-Conde deja claro que comparte con Societat Civil su rechazo a la ley de amnistía para los encausados del procés, pactada por el Gobierno con los partidos secesionistas -ERC y Junts per Catalunya-. A su modo de ver, su impunidad no contribuirá a solucionar el conflicto nacionalista, ni en Cataluña ni fuera de ella, y reconoce su preocupación ante la disposición del Ejecutivo español de amnistiar delitos graves sin posibilidad siquiera de juzgarlos, así como el riesgo de que se repitan en el futuro.
En este sentido, García-Conde recuerda el daño causado por los dirigentes del procés en la sociedad catalana, rechaza que desde determinados sectores del constitucionalismo se asuma el relato tergiversado de los dirigentes nacionalistas catalanes, y expresa su rechazo a la posibilidad de llevar a cabo una reforma de la Constitución, pues no ve consenso para ello. Asimismo, alerta sobre el riesgo de desafección de la ciudadanía respecto a la política, en especial entre los más jóvenes.
SCC reivindica su transversalidad
Consultados sobre la renuncia de García-Conde como responsable de la delegación de Lleida, desde Societat Civil recuerdan que son una entidad transversal "que siempre ha respetado la pluralidad y la manera de pensar de sus socios y simpatizantes".
"Entendemos que puede haber quien discrepe del plan estratégico. Es normal en cualquier asociación. Lleida tiene gran importancia para SCC y trabajaremos para reforzar a la entidad en la provincia", explican a Crónica Global.