"Vigilar las espaldas" y "Traidores". Con estas pintadas amenazantes ha amanecido la sede del PSC en Ripollet (Barcelona) tras una nueva noche de protestas --sobre todo en Madrid-- ante las Casas del Pueblo por el acuerdo de investidura entre el PSOE y Junts, que incluye la amnistía para todos los encausados del procés desde 2012, incluido el expresidente fugado Carles Puigdemont.
Lo ha denunciado en X el diputado del PSC en el Congreso Francisco Aranda, quien, aparte de mostrar su apoyo a los compañeros de la agrupación socialista de Ripollet, ha escrito que esta amenaza "es la consecuencia de sembrar odio, de dar cobertura a los intolerantes, ultras y fascistas".
"Actos de vandalismo de grupúsculos radicales"
Dos días antes, fue la sede socialista en Mataró la que sufrió "actos de vandalismo por parte de grupúsculos radicales", según el PSC de la capital del Maresme. Por ello, compartió un comunicado de repulsa y una fotografía de su cristalera en la que se leía la palabra "Traidores". "No cederemos ante la confrontación ni las intimidaciones. Ante actos que desafían los principios democráticos, nuestra respuesta será contundente, democrática y serena", añadió en X.
Por otra parte, el pasado 6 de noviembre, unas 350 personas --según la Guardia Urbana-- se manifestaron ante la sede del PSC en Barcelona, convocadas por el colectivo Revuelta contra el acuerdo de amnistía. En ella participaron algunos dirigentes de Vox, como Ignacio Garriga, Joan Garriga y Gonzalo de Oro.