El expresident de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, ha vendido como un éxito que su partido "hable" sobre el referéndum y el déficit fiscal en Cataluña. En una comparecencia para explicar el acuerdo alcanzado con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, el eurodiputado ha lanzado varios dardos contra Esquerra Republicana, sus exsocios de Govern y, ahora, enemigos íntimos.
Nuevamente, les ha acusado de haber sido demasiado flojos durante la última legislatura, pese haber obtenido los indultos para los líderes del procés que estuvieron en la cárcel por la organización en el referéndum ilegal del 1-O y la reforma del Código Penal. "Nosotros no hemos tenido que pasar página, no hemos asumido que hayamos cometido ningún delito, ni hemos tenido que pedir perdón. Mantenemos nuestra posición", ha expresado el expresident, que ha sacado pecho de haber iniciado una negociación con el Gobierno y no "mero diálogo".
La estabilidad de la legislatura
Pese al pacto --que se ha firmado tras días intensos por discrepancias sobre la cobertura de la ley de amnistía-- Puigdemont ha lanzado un aviso a navegantes. Ha advertido de que la estabiidad de la legislatura dependerá de los "avances", por lo que ha pedido no dar por hecho su apoyo a los socialistas en cuestiones como los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
"La estabilidad del gobierno y de la legislatura dependerán de una negociación permanente que vea resultados", ha manifestado desde Bruselas, tras advertir de que el PSOE se tendrá que ganar su apoyo. "El a cambio de nada se ha ido a la papelera de la historia", ha agregado.
Ataques a ERC
Puigdemont ha vendido el pacto con el PSOE como un éxito porque ha aceptado "las condiciones para iniciar una negociación política en los términos" que han ido reclamando "y con un objetivo compartido": el de resolver "el conflicto histórico". Considera que los socialistas han cedido a las exigencias que él mismo expuso en septiembre en una conferencia desde Bruselas: "Me alegra pensar que aquellas condiciones inspiraron a otros que, hasta hace semanas, consideraban innecesarias", ha dicho atacando a Esquerra Republicana.
Según él, el partido de Oriol Junqueras ha hecho "perder cuatro años fundamentales" a los catalanes, ya que las prebendas obtenidas durante la pasada legislatura fueron insuficientes. En este sentido, ha avisado: "Para hacer y decir lo mismo que se ha dicho en los últimos cuatro años, Junts no hace ninguna falta".
"Una etapa inédita"
Tal y como consta en el documento del acuerdo, PSOE y Junts parten desde "posiciones divergentes". No obstante, ha celebrado la entrada en "una etapa inédita que habrá que saber explotar y explorar". "Dependerá de la capacidad que tengamos de utilizar las herramientas que hemos acordado y en las que no nos hemos fijado ningún otro límite que la voluntad de Cataluña", ha sentenciado. Entre ellas, un mecanismo de seguimiento de los acuerdos. Es decir, "una tercera persona que esté presente siempre y que acompañe en el proceso negociador y verifique los compromisos", ha explicado.
Además, se ha congratulado de que la ley de amnistía no deje a nadie fuera. Y es que finalmente la norma incluirá no solo a los implicados en el procés, sino también aquellos casos de lawfare. Son esas personas, dice, que han "sufrido persecución por su mera contribución al proceso independentista".
Sin embargo, será en las comisiones de investigación de la Operación Cataluña y del Catalangate --que se pondrán en marcha en la próxima legislatura en el Congreso-- donde se decidan los nombres concretos de los beneficiados por esa medida de gracia.