Puigdemont no se conforma con la amnistía: exige ahora a Sánchez que reconozca "la nación catalana"

El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, no se conforma con la amnistía. Ahora, el partido del fugado ha exigido al presidente del Gobierno en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez, que reconozca "la nación catalana" para llegar a un acuerdo para su investidura. 

En un comunicado, Junts reclama al PSOE este reconocimiento en un texto paralelo al de la ley de amnistía. Y es que reconocen que la incorporación de esta cuestión en la futura norma no pasaría el filtro del Tribunal Constitucional, contribuyendo así a tumbar el pacto por "vía judicial". 

Las negociaciones, en un estado avanzado

Según avanza este miércoles El Mundo, reconocer Cataluña como nación es una condición sine qua non para que Junts dé apoyo a la reelección de Sánchez. A un mes de que expire el plazo para elegir un nuevo presidente y evitar otras elecciones, los neoconvergentes vuelven a endurecer sus condiciones, aunque las fuentes consultadas aseguran que las negociaciones se encuentran en un estado muy avanzado.

Tal y como explica ese medio, se fijan la semana del 6 de noviembre como la fecha en la que está previsto que el acuerdo sobre la ley de amnistía esté "completamente cerrado". 

El secretario de Organización del Partido Socialista, Santos Cerdán y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, reciben a la diputada de Junts, Miriam Nogueras EP

El CxR apuesta por bloquear la investidura

Esta nueva exigencia de Junts podría entenderse como un gesto de los del prófugo para contentar a sus bases más radicales. Las mismas que han apostado por bloquear la investidura de Sánchez en una consulta llevada a cabo por el Consell de la República, el chiringuito creado por Puigdemont desde Bruselas. 

Según los resultados hechos públicos el martes, un 74,9% de los afiliados han votado sí a evitar la gobernabilidad de España y, por tanto, abocar al país a unas nuevas elecciones. Si bien la participación ha sido muy baja --apenas 4.021 personas sobre un censo de 90.484--, Puigdemont sabe que debe mantener un tono medianamente duro contra el PSOE si quiere volver a Cataluña sin ser recibido a gritos de botifler.