Los neonazis de Combat 18, desarticulados por la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra en varios puntos de España hoy, arrancaron su cruzada extremista desde un camping de Barcelona. Los ultraderechistas desarbolados por la policía estaban trufados de exmiembros de Boixos Nois y se enfrentaron a sus compañeros franceses.
Lo explican fuentes cercanas a la investigación que ha permitido acabar hoy con la fracción ultra, y que se ha saldado con 16 detenciones en toda España. Estas fuentes explican que la red radical se refundó hace algunos meses en un discreto encuentro en un camping situado en la costa de Barcelona.
Conjura por la 'cruzada racial'
En un bungalow de ese idílico paraje, se encontraron "la facción española de Combat 18 y la francesa". Allí se conjuraron contra las democracias y por la "guerra racial", un combate supremacista en pos de la raza blanca.
Pero los nazis se pasaron de celo y colgaron un vídeo amenazador en Facebook que les delató y puso a la policía en alerta. La grabación contiene una amenaza de varias personas encapuchadas contra las democracias occidentales. Los que aparecen enmascarados hacen el saludo fascista.
Nutrido de ex-Boixos Nois y ex-FNI
¿Quién compone esta nueva hornada de Combat 18, el brazo armado de la organización neonazi transnacional Blood and Honour? Las fuentes consultadas son claras: "Ex-miembros de Boixos Nois y Casuals FCB".
Los antiguos ultras del Barça se hicieron con el control del brazo español del grupo criminal. Algunos de ellos tenían ya militancia política extremista: procedían del Frente Nacional Identitario (FNI) del exmilitar Alberto Pérez. Ese grupúsculo nació para enfrentarse a los cortes independentistas de la avenida Meridiana de Barcelona e incluye a Manuel Murillo, un francotirador sexagenario detenido en 2018 por planear atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Fue condenado a siete años y medio de cárcel en 2022.
Disputas
Sean cuales fueren sus integrantes, esta suerte de banda paramilitar aria estuvo marcada por las disputas. Las fuentes policiales consultadas destacan "cuitas por el poder y, sobre todo, por el control del dinero procedente de la venta de camisetas y otros productos". En su pata española, Combat 18 presenció un autogolpe de estado que acabó con su presidente un tiempo atrás.
El vicepresidente de la asociación neofascista cogió el timón. Pero hubo más. "De la reunión del camping de Barcelona se pasó a la mala relación entre franceses y españoles", destacan las mismas voces. El enfrentamiento, de nuevo, lo galvanizó el control de los escasos fondos económicos.
Cae 'Furky' u 'Odín'
Y es que los galos afeaban a la parte española su "deslealtad". Fuentes policiales que realizaron los seguimientos hablan de "personas extremadamente conflictivas" y, en algunos casos, con "patrones de consumo de sustancias estupefacientes".
Se reunieron en el entorno de los antiguos hooligans del FC Barcelona y alrededor del FNI, que ofrecía una imagen más combativa que otras asociaciones supremacistas o neofascistas. Y no se cortaban. Uno de ellos, Furky o Odín, ha caído hoy en la localidad de Sentmenat (Barcelona). Tiene pobladas las redes sociales de fotografías de contenido extremista.
"Barcelona es 'Blood and Honour' y Madrid, Hammerskin"
En cualquier caso, las detenciones de hoy confirman una de las tendencias en el panorama político más radical de ultraderecha en España. Barcelona es una de las plazas de Blood and Honour, organización supremacista ultramontana que nace en los años 70 en el Reino Unido de Ian Stuart Donaldson, vocalista de la extinta banda de rock radical derechista Screwdriver.
La facción semiarmada de B&H es Combat 18, impulsada desde los más irredentos de los ultras culés. Por contra, Madrid es lugar con más raigambre de los llamados Hammerskin, otra red skinhead de origen estadounidense, subrayan las mismas fuentes.
"Han caído por las drogas"
Desde el entorno de las pesquisas, estas fuentes son claras: "Combat 18 ha caído hoy por las drogas y por acercarse demasiado a las armas". Con ello citan presuntos contactos con armerías autorizadas para aprovisionarse de pistolas y fusiles con los que llevar la autodenominada guerra racial que juraron librar desde el camping de Barcelona.
No la podrán hacer, pues Mossos d'Esquadra y Policía Nacional les han desbaratado los planes. Hay 16 detenidos, de los cuales once son en Cataluña. Ello, de nuevo, confirma la primacía del entorno de los hooligans del FC Barcelona como nueva cantera del extremismo de ultraderecha en España y, también, de grupos criminales al uso, organizados en torno al lucro ilícito.