El president de la Generalitat, Pere Aragonès, está en la cuerda floja. La líder de los comunes, Jéssica Albiach, ya le ha avisado de que no dará apoyo a los presupuestos de 2024 si no cumple con los pactados para 2023. "Es de sentido común", ha expresado este lunes. Ha criticado que el Govern no les haya facilitado ningún dato sobre las cuentas del año que viene, lo que evidencia su falta de "rumbo".
"Vemos a un Govern errático, sin solidez sobre las políticas que quiere llevar a cabo. Dimos apoyo a los presupuestos de este año y vemos un incumplimiento tras otro", ha lamentado Albiach en una entrevista en Cafè d'idees de Ràdio 4 y La 2.
"Arrastra los pies"
De esta forma, el president sigue acumulando críticas, que se suman a la que hace unos días expresó el jefe de la oposición, Salvador Illa. En una entrevista en RAC1, el líder socialista lamentó que Aragonès se tomase la presidencia de la Generalitat "como una rutina", y le exigió que dejase de "arrastrar los pies".
No cabe duda de que el republicano se encuentra en una situación de debilidad máxima. Los malos resultados electorales de Esquerra Republicana le han hecho perder la hegemonía dentro del independentismo y su gobierno en minoría --con tan solo 33 diputados-- le obligan a necesitar el apoyo del PSC para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2024 con tal de garantizarse una mínima estabilidad en lo que le queda de mandato.
Los cumplimientos de los presupuestos
Según los últimos datos del Ejecutivo autonómico, ha puesto en marcha o finalizado un 96% de las 281 medidas totales pactadas en los presupuestos de 2023 con PSC y los comunes. Eso es, 224 están en marcha, 44 ya han sido finalizadas y 13 están pendientes de arrancar.
De esas últimas, seis no han podido empezar porque dependen del Estado y no se podrán ejecutar hasta que el Gobierno central “mueva ficha” y las desbloquee. Entre esas medidas, dicen, constan las obras del proyecto del Corredor Mediterráneo, entre ellas el nuevo acceso al puerto ferroviario de Tarragona. También Rodalies, en relación con el modelo de traspaso de recursos necesarios para la gestión de los servicios ferroviarios que sean competencia de la Generalitat.
Castigado por el Parlament
La debilidad de Aragonès también se evidenció en el último debate de política general, cuando el Parlament castigó su gestión al aprobar varias propuestas de resolución de PSC, Junts y En Comú Podem que expresaban su "falta de confianza" ante el president.
Las iniciativas advertían de que la falta de apoyos parlamentarios, "sumada a la inexistencia de rumbo y a la desorientación a la hora de fijar prioridades" demuestra que el Ejecutivo autonómico "va en detrimento de la estabilidad que necesita Cataluña en un momento de profundos cambios que plantean grandes retos de futuro" y que "también requieren altas dosis de autoexigencia a los gobernantes", según el texto de los socialistas.