Cinco años y medio de investigación y unas conclusiones graves. El ayuntamiento favorito de ERC en Cataluña enchufó de forma ilegal a su jefe de policía local antes del referéndum del 1 de octubre de 2017. Así lo indica la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) tras un largo trabajo sobre lo ocurrido en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), el municipio estrella de ERC que gobernaron su presidente primero, Oriol Junqueras, y una persona de su estricta confianza después, Maite Aymerich.
Según un dictamen interno al que ha accedido este medio y que ha elaborado Antifraude, el anterior gobierno municipal republicano colocó a su jefe de policía local de forma "total y frontalmente contraria" a la ley un año antes del referéndum ilegal de independencia del 1-O. El nombramiento de un policía jefe fue "arbitrario" y no respetó los principios de "igualdad, mérito y capacidad" que fija la Constitución.
Urgente y sin publicidad
De forma concreta, el fiscalizador anticorrupción ha examinado tres decretos emitidos por el anterior gobierno de Sant Vicenç dels Horts cuando ERC estaba al frente, en 2016 y 2018. Por medio de estos textos, los republicanos colocaron a su jefe de policía, Manel Calero. Lo aprobó Maite Aymerich después de tomar el testigo de Junqueras en la alcaldía -gobernó este municipio entre 2011 y 2015-.
El funcionario policial era subinspector de la Policía Local de Gavà y se apunta a que era un profesional del agrado de los republicanos. Pero los independentistas se excedieron en su celo al nombrarlo.
Los tres decretos con los cuales se incorporó al agente Calero carecieron de necesidad de "urgencia" y no tuvieron "publicidad ni concurrencia". Con ello, el Ejecutivo local de Aymerich cometió "irregularidades de carácter esencial" en la contratación pública de este cargo esencial para la ciudad, tal y como indica el fiscalizador de la corrupción de las administraciones públicas catalanas.
Son actos nulos
De este modo, Antifraude concluye que los tres edictos municipales son "nulos", pues no servían para "la provisión de un puesto de trabajo de carácter público". Eso sí, el fiscalizador admite que Calero ya no es subinspector en Sant Vicenç dels Horts al haber finalizado su comisión de servicios.
Por todo ello, archiva la investigación. Sí advierte al actual equipo de gobierno local, que preside Miguel Comino (PSC), que debe "valorar la oportunidad de iniciar un procedimiento de revisión de oficio basado en la nulidad de pleno derecho de dichos nombramientos".
Junqueras era alcalde de Sant Vicenç
Sant Vicenç dels Horts estaba llamado a ser uno de los focos de interés en Cataluña durante el referéndum ilegal de independencia de 2017. Junqueras había presidido la corporación hasta 2015 y, en diciembre de aquel año, pasó el testigo a una concejal de su confianza, Maite Aymerich. Tras ello, asumió la vicepresidencia del Govern con el ahora expresident huido Carles Puigdemont (Junts).
Dos meses antes, Junts pel Sí había ganado las elecciones autonómicas en Cataluña con la promesa de un referéndum de independencia.
El municipio, en el foco el 1-O
A los pocos meses de este movimiento político, en marzo de 2016, el nuevo gobierno de Sant Vicenç nombró a Manel Calero como jefe de policía local sin el debido concurso público, tal y como concluye la OAC. Año y medio después, el municipio se convertiría en uno de los focos mediáticos de la jornada del 1-O, ya que Junqueras debía votar allí.
Un dispositivo de los Mossos d'Esquadra trató de evitarlo, en cumplimiento de la orden judicial que declaró ilegal la votación. El entonces vicepresident del Govern sí participó en el referéndum, pero votó en otro colegio electoral y sorteó a los agentes.
Mientras, la Policía Local, con Calero al frente, cortó el tráfico y otros compañeros denunciaron al mando policial a la Guardia Civil por presunta malversación al "haber tolerado la consulta ilegal con su pasividad". Las diligencias no llegaron a más.
Ayuntamiento estrella de ERC
Sant Vicenç dels Horts fue uno de los llamados ayuntamientos estrella de ERC entre 2011 y 2019. Era uno de los pocos gobernados por los independentistas en la conurbación de Barcelona. Consiguieron la alcaldía gracias a la coalición Junts per Sant Vicenç.
El éxito de esta plataforma se acabó en 2019. El socialista Miguel Comino ganó las elecciones municipales, pactó con Ciudadanos y dejó a los secesionistas sin su principal consistorio en el área metropolitana, una zona tradicionalmente hostil al nacionalismo.
Mientras, Maite Aymerich permaneció en la oposición. Capeó una crisis local en el partido y la sombra de la mala praxis de los anteriores gobiernos nacionalistas. En los comicios locales de junio de este mismo año, el PSC ha revalidado la victoria sobre ERC. De hecho, ha ampliado ligeramente su ventaja frente a los independentistas -de ocho a nueve electos- y ha pactado con los comunes, hecho que le garantiza una legislatura plácida.
'Víctima' del 25% en el Supremo
Entre estos dos comicios, Maite Aymerich siguió en la oposición y encajó otro golpe en su carrera política: la resolución del Tribunal Supremo que liquidó la inmersión lingüística, fijando un 25% de las clases en castellano en los colegios públicos en 2021. La exalcaldesa de Sant Vicenç era entonces la directora general de Currículum y Personalización en ese departamento de la Generalitat y, casi sin solución de continuidad, el entonces conseller de Enseñanza, Josep Gonzàlez-Cambray, aceptó su dimisión.
Por su parte, el policía Manel Calero ha dejado los ayuntamientos de Sant Vicenç y Gavà y ha recalado en el sector privado. Ahora es gestor de desarrollo en Eurocop Security Systems, la firma líder en equipos de respuesta para centros de emergencias.