El escaño que Eulàlia Reguant (CUP) dejó vacante el fin de semana en el Parlament ya tiene nuevo inquilino. Lo ocupará Mar Ampurdanès, otrora portavoz de Arran, grupúsculo antisistema de la izquierda independentista radical muy vinculado con la formación cupaire, y que en su día defendió el ataque a martillazos contra la redacción de Crónica Global para "señalar" al medio.
Ampurdanès (de 27 años) concurrió como número 9 de la CUP por Barcelona en las pasadas elecciones catalanas, de 14 de febrero del 2021. Sin embargo, por delante tenía otras tres personas, que han renunciado al puesto, lo que ha permitido que la exportavoz de Arran entre en la Cámara catalana. Se trata de Carles Escolà (Guanyem); Maria Sirvent, que es la portavoz del Secretariado Nacional del partido, y Marc Cerdà, que ocupaba el octavo puesto de la lista.
Militante de Alerta Solidària
Según un comunicado del partido de este martes, Ampurdanès tiene "una amplia trayectoria dentro del movimiento de la Esquerra Independentista": vinculada a la CUP desde 2015, fue portavoz de Arran entre 2016 y 2018, y es militante de Alerta Solidària.
"Cojo el acta de diputada con el respeto por la responsabilidad que supone y con un compromiso firme con la CUP, con la Esquerra Independentista y los Països Catalans y nuestro pueblo", ha dicho la nueva diputada en un tuit de este martes. Por su parte, el Secretariado Nacional de la CUP ha agradecido el trabajo de Reguant y ha mostrado su confianza en Ampurdanès: "Estamos convencidas de que estará a la altura del momento que requiere la organización y el país".
Juzgada por el ataque a la sede del PP
En el amplio historial de Ampurdanès figura su ataque a la sede del PP en Barcelona en 2017. Por esos hechos fue juzgada junto con otros cinco activistas de Arran por un posible delito de desórdenes públicos, pero fueron absueltos.
Por otra parte, Ampurdanès sacó pecho en 2018 del ataque a martillazos que Arran perpetró contra la redacción de este medio para "señalarlo", en un momento de mucha convulsión en las calles. Ello ocurrió pocos meses después del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre, que derivó en un macrojuicio a los líderes del procés y a penas de prisión para algunos de ellos; otros, como el presidente catalán de aquel momento, Carles Puigdemont, huyeron a Bélgica.