Más presión sobre Junts. La número dos de ERC al Congreso de los Diputados por Barcelona en las elecciones del 23 de julio, Teresa Jordà, quiere pensar que "nadie se enrocará en posicionamientos maximalistas" en el marco de la negociación de la investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, que provoquen una repetición electoral que no le iría nada bien a su partido.
"Me acojo a las palabras de Jordi Turull cuando dice que tenemos una ocasión de oro", ha expresado la republicana, que ha pedido a los neoconvergentes que se pongan de acuerdo en el precio a exigir a los socialistas a cambio del sí a la investidura.
"No nos valen brindis al sol"
En una entrevista en El Periódico, Jordà también ha instado al PSOE a "poner encima de la mesa ofertas políticas valientes", y ha avisado a Sánchez de que tiene que pensar a largo plazo y no ser esclavo de tacitismos coyunturales.
Respecto a la negociación, ha sostenido que la mayoría de los catalanes apuestan por "un referéndum pactado con el Estado" y ha marcado como vitales el nuevo modelo de financiación para Cataluña y el traspaso de Rodalies, además de la amnistía.
"No nos valen brindis al sol. Cuando hablamos del traspaso de Rodalies y de recursos, tienen que tener una fecha. También la reducción del déficit fiscal, en qué se traduce y cuándo", ha explicado.
La Mesa del Congreso
Por otro lado, la número dos de ERC ha dicho que una de las sillas de la Mesa de la Cámara baja "podría pertenecer al independentismo o al PNV". "Eso está abierto y forma parte de las negociaciones", ha espetado. De hecho, la constitución de la Mesa es la primera prueba de fuego para Sánchez, por lo que ve "obvio" que para este diálogo necesitan una institución presidida por el que define como supuesto progresismo español.
A la vez que están negociando la constitución de la Mesa con los socialistas, se encuentran hablando con Junts: "Me consta que Albert Batet ha hablado con el president Pere Aragonès y que Jordi Turull está hablando con Marta Rovira".
Por último, ha defendido que los socialistas les han garantizado que para ERC y Junts "no habrá ningún tipo de problema con tener grupo propio", lo que valora como un gesto de buena voluntad para empezar a hablar.