La exconsejera y eurodiputada de Junts, Clara Ponsatí desafía al Tribunal Supremo y al magistrado Pablo Llarena, y ha anunciado que está en Barcelona. Lo ha hecho con un mensaje a través de su cuenta de Twitter sobre las ocho de la mañana, a pocas horas de conocerse un resultado electoral en el que el fugado Puigdemont será decisivo para la  investidura de un nuevo presidente del Gobierno Español.  

El juez instructor del procés dictó una orden de detención contra la eurodiputada por no justificar su incomparecencia el pasado 24 de abril. Consideró que la líder independentista más crítica en cómo se gestionó el desenlace del procés y ha marcado distancias con Carles Puigdemont ha "desatendido de forma voluntaria e injustificada la citación judicial". 

Paseo "a la fresca" por Barcelona

No obstante, Ponsatí ha presumido en redes sociales de un agradable paseo a la fresca, esta mañana, por la Ciudad Condal. "He dado un paseo hasta la casa Vicenç. Mientras sigamos aquí, Catalunya continuará en pie", ha señalado. 

Y lo hace en un momento especialmente sensible, pocas horas después de una noche electoral en la que España se acerca de nuevo al bloqueo político. De hecho, Junts per Catalunya tiene un papel clave para facilitar una mayoría de izquiedas de PSOE con Sumar si los sociocomunistas consiguieran pactos con PNV, EHBildu, ERC y la abstención de los neoconvergentes en la sesión de investidura. Con todo, el propio Puigdemont ya ha dejado claro que no piensa facilitar el gobierno del Estado. Ponsatí añade con su regreso más tensión al escenario postelectoral. 

Petición de comparecencia voluntaria

La también eurodiputada está procesada por desobediencia tras la reforma penal que derogó la sedición y modificó la malversación, un delito para el que no cabe dictar una euroorden en su contra, al no estar castigado con pena de cárcel.

Clara Ponsatí, en una imagen de archivo, quien compareció ante la justicia escocesa Europa Press

La finalidad del magistrado es la de "tomarle declaración indagatoria". Ha manifestado que, si comparece de forma voluntaria, podría "dejarse sin efecto la orden de detención", como pasó con Meritxell Serret (ERC), y con la exdiputada de la CUP Anna Gabriel

La formación que lidera 

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