Gobernar la Diputación de Barcelona era la última oportunidad que tenía Junts per Catalunya (JxCat) para pacificar el partido. Tras salir del Govern, perder la alcaldía de Barcelona y retener únicamente la Diputación de Girona, pero con menos representación, los neoconvergentes afrontan ahora una crisis interna que puede ser la definitiva. Esto es, la que debe decidir si se da carpetazo a la etapa dura que han protagonizado Laura Borràs y Jordi Turull, tutelados desde Waterloo por Carles Puigdemont.
Según ha podido saber Crónica Global, JxCat tiene previsto analizar la situación la próxima semana y el sector más pragmático no descarta proponer un congreso de refundación. El enésimo tras la desaparición de Convergència (CDC).
"Crónica de una muerte anunciada"
Fuentes de ese sector no esconden su indignación ante lo que consideran “un auténtico desastre”, pues califican la pérdida de la Diputación de Barcelona -que a partir de hoy estará presidida por PSC y comunes con el apoyo externo del alcalde de Terrassa, Jordi Ballart (Tot per Terrassa)- como la “crónica de una muerte anunciada”.
Hace dos semanas, según explican desde el partido, Jordi Turull, secretario general, informó de que quedaba descartado un pacto con el PSC. El mismo que, en el anterior mandato, permitió a Junts formar parte del gobierno de la entidad supramunicipal. “Turull dijo que él y Puigdemont tenían otra alternativa, un acuerdo con ERC y Tot per Terrassa. Pero al final nada, como ocurrió en el Ayuntamiento de Barcelona”, añaden.
Advertencias
Se refieren al pacto entre Esquerra y Junts, que no pudo impedir que PSC y comunes, con el apoyo del PP, lograran la investidura de Jaume Collboni a pesar de que Xavier Trias -que se presentó a las elecciones municipales sin las siglas de Junts y con un discurso moderado- ganó los comicios del 28M. Para colmo, Turull no descarta que en la sesión de constitución de la Diputación que se celebra hoy, el alcalde de Igualada, Marc Castells, y el de Torrelles de Foix, Sergi Vallès, voten la candidatura del PSC. De hecho, los socialistas también habían tanteado a estos dos independientes
Hay quien recuerda en esta formación en proceso de descomposición que varios dirigentes y cargos territoriales advirtieron claramente, tras abandonar el Govern en octubre de 2022 y rechazar la propuesta de acuerdo de Salvador Illa para las diputaciones de Lleida y Tarragona -estarán presididas por ERC con el apoyo del PSC- “que no podíamos perder de ninguna manera la de Barcelona”.
"Fieles a la esencia de Junts"
Sin embargo, parece que la cúpula no atiende a esas razones y “Turull, Josep Rius, Joan Canadell, Albert Batet o Miriam Nogueras dicen textualmente que hay que ser fieles a la esencia de lo que es Junts”.
El resultado es que, reconocen desde el sector más pragmático, tanto los cargos territoriales como la mitad de la ejecutiva de Junts están decepcionados. “Por no decir desesperados”, aseguran, por el papel irrelevante que está adquiriendo la facción de la antigua CDC que más poder había adquirido.
El programa de Marcela Topor
Junts pierde control territorial al rechazar una sociovergencia defendida por sus alcaldes y concejales, así como su presencia en el aparato mediático de la Diputación de Barcelona, que incluye un programa de televisión -muy bien pagado- de Marcela Topor, la esposa de Puigdemont, ahora en la cuerda floja.
Turull, el exconsejero de Presidencia que cumplió condena por la organización del 1-O y que supuestamente debía neutralizar los desmanes del núcleo duro de Borràs y Puigdemont, se encuentra en un momento muy débil. En tierra de nadie, aseguran dirigentes soberanistas, en referencia a una equidistancia que se le ha vuelto en contra. Tal como explicó este medio, sin dinero y sin reparto de cargos –algo que controlaba Turull-, Junts afronta un futuro muy incierto.