"¿Pero qué broma es esta?". Así ha reaccionado el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, a la decisión del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) que este miércoles ha anunciado que le retira la inmunidad, junto a los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí. Para el eurodiputado, la sentencia "desacredita" a la Unión Europea por permitir que, a su parecer, se vulneren los derechos fundamentales por llevar a cabo el referéndum ilegal de independencia del 1-O de 2017.
Pese a ello, el expresidente catalán asume el mazazo que supone la decisión del TGUE y que allana el camino al juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, para emitir una nueva orden europea de detención y entrega por malversación.
"Persecución política"
Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí han tardado tres horas en dar la cara ante los medios de comunicación tras conocer la sentencia en la que se les retira su inmunidad. Y, como era de esperar, han iniciado sus comparecencias con críticas hacia la Unión Europea. El primero de ellos ha sido el expresident, que la ha desacreditado: "¿De verdad, qué broma es esta?", se ha preguntado, tras asegurar --textualmente-- que seguirá su "lucha" porque esta "no es la UE" que quiere.
Pese a ello, ha reconocido que la sentencia del TGUE no es lo que esperaba. Por eso, presentará un recurso en los próximos días ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea "de la forma más ambiciosa posible". Una resolución que, espera, sea favorable: "Estamos hablando de derechos fundamentales, de democracia europea, de los derechos que tienen los disidentes que pueden incomodar a los Estados y el no tener que sufrir casos de persecución política por defender causas incómodas", se ha victimizado.
"Traficamos con referéndums"
Asimismo, no ha aclarado nada sobre su regreso a España. "Está en el mismo punto que estaba antes de la sentencia. Igual de lejos o igual de cerca", ha expresado. Y ha defendido ser un perseguido político: "No nos dedicamos a traficar con drogas ni a comprar armas, solo traficamos con referéndums y votaciones".
También Toni Comín ha asumido el revés del TGUE. "Ganar era importante porque quería decir que el tribunal de Luxemburgo reconocía que España no se comporta como un Estado de derecho", ha manifestado. Pero más dura ha sido la eurodiputada y exconsejera de Educación, Clara Ponsatí, que ve la sentencia como "un final de etapa que debería hacer reflexionar" al independentismo sobre cómo ha gestionado las estrategias políticas de 2017.
En este sentido, ha cargado contra Esquerra Republicana (ERC) por sus pactos con el PSOE que "no pueden ofrecer nada a la ciudadanía que no sea la rendición".
Críticas a ERC
La fugada se ha dirigido a los dirigentes políticos que han acudido este miércoles a Bruselas para apoyarles y entre los que están Laura Borràs y los dirigentes de las entidades independentistas como la ANC. A ellos, les ha advertido que "la persecución no se acabará hasta lograr la independencia", por lo que les ha instado a resolver las discrepancias políticas y a dejar de "alimentar ilusiones que no se materializan".
Unas palabras que llegan en un momento en el que el independentismo no es capaz de unirse ni siquiera ante un posible gobierno de PP y Vox tras las elecciones generales del 23J.
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