La Generalitat y el Gobierno han cerrado el acuerdo para la B-40 o Ronda Norte --conocido también como el Cuarto Cinturón--, que debe unir Terrassa, Sabadell y Castellar del Vallès. Se trata de una infraestructura pactada entre PSC y el presidente Pere Aragonès en el marco de las negociaciones para la aprobación de los presupuestos de la Generalitat de 2023.
Las reticencias medioambientales de ERC en general --y del exconsejero de Territorio, Juli Fernández, recientemente cesado, en particular-- ha demorado el proceso, pero, finalmente, hay luz verde al proyecto. El Ejecutivo español asumirá el coste.
Una antigua reivindicación del Vallès
El acuerdo, que se firmará en los próximos días --la última propuesta fue enviada por el Gobierno el pasado viernes y quedan por pulir algunos detalles técnicos--, omite el término "vía de alta capacidad" y tampoco alude a la expresión B-40, ya que la Generalitat es reacia a prolongarla más allá de Sabadell y Terrassa.
De hecho, los alcaldes metropolitanos reclaman que esta autovía orbital una por el oeste las ciudades de Sant Sadurní d'Anoia, Abrera, Terrassa, Sabadell, Granollers y Mataró. Esta circunvalación evitaría la vuelta por los cinturones de Barcelona y está planificada desde hace más de 30 años.
Hace un año, el Govern plantó a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, en un acto con los alcaldes vallesanos para presentar el proyecto de la B-40. Lo hizo en protesta por el supuesto déficit de inversiones del Estado en Cataluña.
"Que dejen de enredar"
Precisamente hoy, la portavoz parlamentaria del PSC-Units, Alícia Romero, ha urgido al Govern a firmar ya el convenio para acabar la B-40. "Que dejen de enredar y retrasar el acuerdo. No hay ningún impedimento. Lo que no puede ser es que cada dos por tres añadan cosas para retrasar la firma del acuerdo. ¿La B-40 está cerrada y el texto consensuado? Pues firmémoslo", ha dicho la socialista.
Los acuerdos entre Generalitat y Gobierno incluyen la transferencia de 914 millones para otras infraestructuras en el Maresme y el Pirineo, así como mejoras en Rodalies, entre otras. Esta partida fue negociada entre ERC y PSOE para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.