El malestar de diversos sectores del secesionismo catalán con los partidos que los representan -ERC, Junts per Catalunya y la CUP- ha acabado derivando en campañas de boicot contra los mismos a través de dos iniciativas distintas: una de activistas y entidades como la ANC, desde la cual se ha pedido la abstención de cara a las elecciones generales del 23J -para disgusto, entre otros, de Òmnium y del Consell de la República del fugado Carles Puigdemont-, y ahora otra que reclama el voto nulo, introduciendo en las urnas papeletas del referéndum ilegal del 1-O de 2017.
Esta última postura es la que defiende, entre otros, Catalans per la Independència, que este domingo la ha presentado ante la sede de la Generalitat en Barcelona en un acto en el que apenas se han congregado medio centenar de personas.
"Herramienta de protesta"
Esta asociación, que asegura estar desvinculada de cualquier partido político, alienta a los simpatizantes secesionistas a votar nulo "como herramienta de protesta", según explican en un comunicado. Así, su propuesta consiste en presentarse a las mesas electorales el próximo 23 de julio con la papeleta de las votaciones del referéndum ilegal y unilateral de secesión de Cataluña del 1 de octubre de 2017.
"Esta es una oportunidad para expresar nuestra insatisfacción y exigir la aplicación del mandato del 1 de octubre a los partidos políticos catalanes", dice el comunicado.
"Ponen y quitan presidentes españoles"
En el acto han intervenido el portavoz de Moviment Vot de Revolta, Josep Maria Mas, y el presidente del Cercle Català de Negocis (CCN), Albert Pont. El primero de ellos ha animado a seguir esta iniciativa "indefinidamente" hasta conseguir que Cataluña se separe del resto de España.
Mas ha criticado que los partidos políticos independentistas sean "los que pactan indultos condicionados, los que ponen y quitan presidentes españoles y los que se sientan en una mesa vacía de contenido para pasar el tiempo y congelar el movimiento independentista".
El presidente del CCN habla de "traición"
Por su parte, el presidente del CCN, Albert Pont, considera que la papeleta del 1-O es "la prueba de una traición", y ha añadido textualmente que por eso quieren que sea la máxima expresión de los que se niegan a colaborar con el "enemigo".
Según él, ejercer esta práctica servirá para conocer en qué momento se puede "garantizar el éxito de la tan aclamada lista cívica, que ni los partidos ni las entidades de la disidencia controlada osan presentarla si no es con voluntad de proyectar su larga sombra y hacerla fracasar".
"Nos dicen que votar nulo favorece a los partidos españoles mientras pactan entre ellos a espaldas del pueblo para garantizar sus cuotas de poder", ha añadido en referencia a los partidos y entidades afines al procés.
No les votarán "nunca más"
Para terminar el acto, Catalans Per la Independència ha leído su manifiesto, que dice que dar la mayoría a los partidos independentistas en el Parlament "sólo ha servido para retroceder en la lengua, la cultura y demandas de cárcel por parte del propio Govern de la Generalitat para los más de 450.000 represaliados".
El manifiesto lamenta que ERC, Junts y la CUP pretendan que olviden lo que llaman "mandato" del referéndum ilegal de 1-O de 2017 y asegura que no les volverán a votar "nunca más".
"Instituciones ocupadas por el enemigo"
"Sabemos que las instituciones catalanas serán temporalmente ocupadas por el enemigo, que por otro lado ya hace y deshace con indolencia de los que tendrían que ser nuestros representantes. Tendremos que dar un paso atrás para dar dos adelante", concluye el escrito de los radicales.
Durante el acto, se ha desplegado una papeleta gigante, acompañada de una bandera negra ultranacionalista, con la cual pretenden simbolizar lo que consideran resistencia y lucha por la segregación del resto de España.