El desafío de los partidos secesionistas al Estado de 2017 se les está volviendo en contra como un boomerang un lustro después. La indignación de una parte de sus votantes por no haber alcanzado su anhelada "república catalana" ha derivado en una indignación plasmada en una campaña de abstención masiva para las elecciones generales del 23J. Una iniciativa de castigo a Junts per Catalunya, ERC y la CUP promovida, entre otros, por una de sus organizaciones afines a las que en los últimos años dieron alas: la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
La repercusión que dicha campaña está teniendo en el electorado secesionista parece haber intimidado a sus hasta ahora representantes. Buena prueba de ello es el comunicado hecho público en las últimas horas por parte del autodenominado Consell de la República Catalana (CxRep), la entidad privada fundada y presidida por el expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont, en el cual se implora el voto a las formaciones independentistas.
Objetivo: "bloquear las Cortes"
Como de costumbre, la intención del exmandatario convergente no es otra que boicotear la democracia española, esta vez "bloqueando las Cortes" mediante el uso de los diputados afines a su causa a modo de trolls en el Congreso.
Así de claro lo deja el propio CxRep en su escrito. Una soflama de cinco puntos en la cual este organismo privado considera "imperativo" que las fuerzas secesionistas "asuman el compromiso explícito de no garantizar la estabilidad política de ningún Gobierno español que no se comprometa inequívocamente a una solución política del conflicto", según su jerga. Una "solución" que pasa por la "amnistía" de los políticos condenados -e indultados por el Gobierno español- y fugados, como es el caso del propio Puigdemont; y también por el "respeto" de lo que denominan "derecho a la autodeterminación" que, a su peculiar modo de ver "el pueblo catalán ejerció el 1-O de 2017". Un derecho, por otra parte, reservado a las colonias, lo cual no es el caso de Cataluña.
Alienta la movilización callejera y la desobediencia
La entidad presidida por el exmandatario convergente considera que los partidos que asuman el "compromiso" con "el camino hacia la república catalana" deben ser, para empezar, "un activo lo bastante numeroso para bloquear la investidura" del futuro presidente del Gobierno. Algo que la entidad ultranacionalista califica como "desbordamiento democrático" (sic), y que pretende hacer extensivo "mediante la movilización en las calles, la desobediencia civil no violenta" y "en el seno de las diferentes instituciones". Razón por la cual reclama una "participación masiva del independentismo en estas elecciones españolas".
En su soflama, el CxRep aprovecha la ocasión para criticar el acuerdo de PSC, En Comú Podem y PP para investir al socialista Jaume Collboni como nuevo alcalde de Barcelona. E "insta a todas las fuerzas independentistas a rectificar estrategias de desunión y de la negociación estéril con España".
Dudas en la ANC
El posicionamiento del CxRep parece haber hecho mella en la propia ANC: la secretaría territorial de esta otra entidad privada ultranacionalista en Girona ha expresado su rechazo "unánime" a promover la abstención o el voto nulo en su región, calificando de "injusto" que se equipare a ERC y PDECat con Junts y la CUP. Curiosamente, estas dos últimas formaciones llegaron a un acuerdo junto a ERC para investir a Lluc Salellas como nuevo alcalde la capital de esta provincia.
Después de haber promovido el boicot a las elecciones, ahora la ANC ha convocado una consulta entre sus socios para determinar qué posición adoptar. La votación durará del 30 de junio al 3 de julio.