Las acusaciones vertidas contra la labor periodística de la plantilla de TV3 por parte de la escritora y poeta de moda catalana, Juana Dolores, hace un mes aún levantan polvareda. La ganadora del premio Amadeu Oller 2020 cuestionó su imparcialidad a la hora de dar cobertura a determinados temas, básicamente cuestiones políticas, con unas formas que se han leído como un ataque que va más allá de los directivos de la cadena pública y que orilla el día a día de la plantilla de base.
Los trabajadores del canal aseguran sentirse agraviados y cuestionados en su integridad profesional. Relatan que para cultivar su faceta de activista se dejó de lado incluso el motivo principal por el que fue invitada al programa Més3/24 que conduce el periodista Xavier Graset, la promoción de su libro Rèquiem català.
Imparcialidad en campañas electorales
Juana Dolores cargó contra el enfoque editorial de TV3 y aseguró sentirse “extraña” de estar "en la televisión pública que valida a Junts y valida a [Xavier] Trias”. También pidió que se la invitara a ella “o a cualquiera de mis amigos que están en el paro, pero que son brillantes” para hablar de cuestiones políticas “no desde la desafección y desde el análisis, como si la política fuera todo un cúmulo de datos, sino tomando partido”.
Los trabajadores que siguen mostrando su irritación contra la poeta catalana que ha saltado a la fama por sus versos frescos e irreverentes que han conectado con el público joven (y le han acercado a un género que les es extraño) señalan que su trabajo les impide, precisamente, tomar este partido que les exige. Especialmente en periodos electorales, donde están vigentes los bloques electorales vinculados a la representatividad de cada formación política.
Desinformación y polarización
Sí que se abren a debatir sobre el papel de los medios de comunicación y la importancia de mantener altos estándares éticos en el ejercicio periodístico, en especial en medios públicos. De hecho, incluso desde la plantilla de TV3 se ha criticado la adhesión que ha tenido la cadena pública a la causa independentista en los tiempos álgidos del procés.
Los empleados más críticos con la forma en que se ha gestionado la cadena han acusado a la dirección de ese momento, encabezada por Vicent Sanchis, de incluso permitir que se arrinconasen a periodistas que no eran abiertamente afines a esta opción política.
Con todo, señalan que en un momento en el que “la desinformación y la polarización son una amenaza para la sociedad”, la fórmula que reivindica Juana Dolores solo lleva a los peores estándares del periodismo. Consideran que, en el fondo, lo que pide la poeta no es conseguir una mayor pluralidad, sino limitarse a cambiar el ángulo desde el que se aborda la información.