Alberto Núñez Feijóo tenía dos opciones sobre Cataluña: mantener la confrontación que ha caracterizado esta legislatura española conclusa o defender un pragmatismo firme en contraposición al populismo económico y político. Ha elegido lo segundo, sin recriminaciones hacia los empresarios catalanes que mantuvieron una actitud, cuando menos, tibia ante el proceso independentista.

La estrategia, de momento, está siendo bien acogida en ese sector negocios. Desde el PP admiten que alcanzar el músculo electoral y la representación institucional que tiene el PSC es un objetivo casi imposible. "Se trata de tender puentes de cara a un cambio de gobierno tras el 23J”, afirman fuentes populares.

Crecimiento en Cataluña

El líder del PP visitó Cataluña tras las elecciones municipales para participar en las jornadas del Círculo de Economía, y ayer volvió en plena precampaña para los comicios generales. Entre ambas citas electorales, los populares han constatado un crecimiento en las urnas --suficiente para hacerle un sorpasso a ERC el 23J, según temen los republicanos--, y su capacidad de decisión en la investidura del socialista Jaume Collboni como alcalde de Barcelona, contra todo pronóstico.

Penetrar en la sociedad civil catalana es, así lo explican desde el PP a este medio, el objetivo que ahora tiene Feijóo. Y para ello, el líder nacional ha hecho suyo un discurso moderado, muy pragmático. Que suena bien por lo que aporta de estabilidad política, pero sobre todo, por el paquete de medidas prometidas, que van dirigidas a facilitar la actividad del sector privado.

Estelada frente al Ayuntamiento de Sitges durante la Fiesta Mayor / @PareraEva

Incentivos fiscales aplaudidos

En este sentido, Feijóo anunció iniciativas como un programa de incentivos fiscales para inyectar fondos de manera eficaz y rápida en el sector productivo, revisar el marco fiscal y de deducciones para inversiones y empresas emergentes, o garantizar una simplificación normativa --por cada ley o reglamento que se ponga en marcha, se eliminarán tres existentes--.

Respondía así el candidato del PP a la presidencia del Gobierno a las reclamaciones de los empresarios que ayer asistieron al encuentro. A saber: acabar con la demonización del empresariado por parte del Gobierno, facilitar la creación de empresas, garantizar condiciones políticas estables para un entorno económico seguro y reducir las cargas fiscales.

Contra los populismos

“Feijóo podía haber optado por regañar al empresariado catalán que mantuvo una actitud poco proactiva durante el proceso independentista. Sin embargo, eso sería cargar de argumentos al populismo de Podemos, antiempresarial”, explica uno de los asistentes al acto.

Alberto Núñez Feijóo en el Círculo de economía

De ahí el discurso moderado que, en sus dos citas con el sector, ha mantenido Feijóo, precedido de un sensible aumento de votos en Cataluña, gracias sobre todo a la debacle de Ciudadanos.

Perspectivas

Las perspectivas de cara al 23J también son buenas, aunque están lejos de superar al PSC. A diferencia del resto de España, los socialistas se mantienen fuertes en Cataluña --ejemplo de ello son las empresas públicas en las que están presentes los socialistas catalanes--, pero los agentes económicos se preparan para un cambio de interlocutor con Madrid, sabedores de la soledad y parálisis de un gobierno catalán presidido por ERC. Y, sobre todo, de que “las decisiones económicas se toman en Madrid”, tal y como sentencia un empresario.

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