Inquietante inicio de año para Cataluña en lo que se refiere a las inversiones procedentes del exterior. El de 2023 ha sido el peor primer trimestre para el territorio en este capítulo desde el de 2018, tan afectado por los acontecimientos en torno al procés que acababan de suceder. Entre enero y marzo, la inversión extranjera en el territorio ha sufrido un notable retroceso del 34,1% respecto al periodo comparable de 2022, con un total de 449,62 millones de euros.
Esta trayectoria notablemente bajista contrasta de forma significativa con la experimentada por el conjunto del Estado, que ha registrado alzas del 20,3% respecto a hace 12 meses y ha totalizado 9.912 millones de euros, la cifra más elevada en un arranque de año de los últimos 12 ejercicios.
Valencia y Madrid, la otra cara
Una divergencia que también ha hecho desplomarse el peso de Cataluña en cuanto a la inversión procedente del exterior en toda España, que ha pasado de suponer un 8,3% del total a tan sólo el 4,5%, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Especialmente beneficiadas por esta circunstancia han sido la limítrofe Comunidad Valenciana y también la Comunidad de Madrid. En el caso de la primera, su evolución ha sido espectacular, con un incremento del 132%, para un total de 2.031 millones de euros, lo que multiplica por 4,5 veces la cifra neta llegada hasta Cataluña.
Máximos de 12 años
Ya en el periodo enero-marzo de 2022, la región levantina superó a la catalana en este apartado, aunque por entonces la diferencia fue de un 28%. Esta evolución ha duplicado la aportación de la Comunidad Valenciana a la inversión exterior del conjunto del Estado y la ha llevado al 20,5%.
Por su parte, la Comunidad de Madrid ha disparado un 52,3% el capital neto procedente del exterior en el arranque de 2023 y, como en el caso del dato general, ha logrado su registro máximo en un primer trimestre desde el pasado 2011, con un total de 6.698 millones de euros, de acuerdo con la fuente estadística oficial anteriormente mencionada.
Actividad de promoción exterior
En este punto se deja sentir la intensa actividad comercial que ha llevado a cabo el Gobierno de la región que alberga la capital de España, con numerosas visitas de carácter económico a plazas relevantes en el ámbito de inversión como Londres y EEUU.
El objetivo de estos viajes institucionales fue el de "vender" la Comunidad de Madrid como un destino atractivo de inversión, para lo que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y sus consejeros de las áreas económicas no han dudado en lanzar mensajes tanto a favor de las ventajas de su ámbito territorial como los inconvenientes de apostar por otras autonomías españolas como Cataluña.
Políticas fiscales opuestas
Una comparativa que se ha centrado en buena parte en el ámbito fiscal, sin duda la principal baza que ha defendido el Gobierno madrileño para captar capital procedente del exterior.
Por el contrario, la Generalitat de Cataluña no sólo no ha seguido los pasos de Madrid en este ámbito, sino que ha emprendido el camino contrario, con medidas que han contribuido a elevar la presión fiscal hasta situarla en la más elevada de todo el Estado.
Un factor que los expertos consideran clave a la hora de explicar la evolución de los números del primer trimestre, muy por encima de la inestabilidad política que, a diferencia de lo que sucedió al inicio de 2018, cuando se registraron cifras similares a las de este año en Cataluña, en la actualidad cuenta con un impacto prácticamente nulo.
Cabe recordar que, por entonces, apenas habían transcurrido seis meses desde la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración unilateral de independencia fallida, que motivó la aplicación del artículo 155 de la Constitución y el cese del Govern liderado hasta entonces por Carles Puigdemont, aun hoy prófugo de la justicia a raíz de estos hechos.
Por debajo del año preCovid
Con un Gobierno aún en funciones tras los comicios celebrados aquel diciembre, una imparable fuga de empresas en busca de un destino más seguro y estable y las alarmas encendidas incluso en el ámbito estatal, la confianza de los inversores internacionales se redujo al mínimo.
Sin embargo, pasados ya cinco años desde entonces y superada ampliamente la crisis de la pandemia, lo cierto es que el capítulo de la inversión internacional no termina de arrancar. Lo prueba el hecho de que las cifras del primer trimestre de 2023 también se sitúan, en el caso de Cataluña, notablemente por debajo de las registradas en el último año previo a la irrupción del Covid-19, concretamente un 39,2%.
Caídas desde los grandes mercados
Pese a que el clima, tanto político como económico, es mucho más favorable ahora, lo cierto es que Cataluña sigue trasladando una imagen a la comunidad financiera que no inspira confianza. Algo en lo que los expertos echan de menos una mayor intensidad en cuanto a la promoción exterior del territorio, en lo que no se ha prodigado especialmente el Ejecutivo que encabeza Pere Aragonès.
De hecho, los descensos en cuanto a inversiones del exterior han sido especialmente pronunciados en zonas clave. El desglose geográfico de la procedencia del capital extranjero apunta a un retroceso del 41% en el caso del conjunto de la Unión Europea y del 35% de los miembros de la OCDE. Por su parte, experimenta un desplome del 85% la procedente de Norteamérica.