Cataluña sigue descendiendo posiciones dentro del conjunto del Estado en lo que se refiere a variables económicas. Por primera vez, el territorio perdió durante 2022 la segunda posición como destino preferido de la inversión extranjera en España, en favor de Euskadi, que consiguió atraer un 42% más de flujo desde el exterior en términos absolutos. 

En concreto, hasta el País Vasco llegaron el pasado año un total de 5.515 millones de euros de inversión bruta desde fuera de las fronteras, frente a los 3.883 millones registrados en Cataluña. En total, hasta el conjunto del Estado llegaron inversiones por valor de 34.178 millones de euros, un 14% más que en 2021, de acuerdo con datos de la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente del Ministerio de Industria.

Una proporción que logró incluso superar Cataluña que, por primera vez desde la irrupción de la pandemia, consiguió un incremento en términos interanuales en este capítulo que se cifró en el 25,6%.

Sin embargo, no ha sido ni mucho menos la evolución más destacada entre las 17 comunidades autónomas españolas. Al contrario, esta mejora sitúa a Cataluña en la parte baja de la clasificación, dado que hasta 12 regiones han elevado en una mayor proporción el volumen de inversión bruta procedente del exterior.

Evolución espectacular

Una de las más destacadas en este capítulo ha sido precisamente Euskadi, con un espectacular incremento de algo más del 258%, que le ha permitido escalar a la segunda plaza del podio, tan sólo por detrás de la Comunidad de Madrid, que ha sido una de las cuatro que ha registrado un dato inferior al de 2021 (concretamente, un descenso del 21,5%).  

En 2021, la inversión exterior en Cataluña duplicaba exactamente a la registrada en Euskadi, con 3.091 millones de euros frente a 1.539 millones de la comunidad vasca, que ha completado una evolución muy notable en esta variable si se tiene en cuenta que en 2019, último ejercicio antes de la expansión del coronavirus, ocupaba el séptimo lugar. 

Estancamiento

Desde entonces, un incremento meteórico del 923% le ha llevado a desbancar a Cataluña de la segunda plaza que tenía prácticamente reservada. Algo que, además de por el buen hacer de la economía vasca a la hora de atraer capital del exterior, también encuentra una explicación en el estancamiento registrado en la región catalana durante este periodo. 

Después de tres años, la cifra de inversión extranjera en Cataluña ha vuelto a situarse en cotas muy similares a las que lucía en 2019; sin embargo, apenas ha logrado ir más allá. Para ser exactos, la diferencia al alza entre el dato de 2022 y el de 2019 no llega al 1%. 

Madrid amplía diferencias desde 2019

De esta forma, bien puede decirse que Cataluña es una de las cuatro CCAA españolas que aun no ha podido dejar atrás el efecto negativo de la pandemia en la inversión exterior, junto con Extremadura (-58,9%),  Castilla y León (-74,7%) y Galicia (-76,2%).

Pese al retroceso experimentado el último año, la Comunidad de Madrid supera en un 15,1% su dato de 2019 y amplía las diferencias en términos relativos que tenía por entonces con Cataluña. En 2022, la región que alberga la capital de España atrajo 4,43 veces más flujo de inversión extranjera que Cataluña, por 3,88 veces en el año pre-Covid19.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, en la inauguración de la 'embajada' de la Generalitat en el Cono Sur / GOVERN

El retroceso experimentado por la región central en este apartado no encuentra su causa en un desplazamiento de las inversiones hacia Cataluña, el otro gran motor económico de España. De hecho, el peso del territorio en el conjunto de la inversión exterior del Estado apenas se ha elevado un punto en 2022, hasta el 11,3%, pese a que el de Madrid se ha reducido algo más de 23 puntos, para situarse levemente por encima del 50%. 

Ese efecto sí ha sido recogido por Euskadi, que ahora atrae algo más de 16 de cada 100 euros de inversión bruta que llega a España desde el exterior frente a poco más del 5% que lograba en 2021. 

Ineficaz acción exterior

Otra de las autonomías que ha experimentado una notable evolución en este terreno ha sido la Comunidad Valenciana, que ha más que duplicado su ponderación, hasta el 6% frente al 2,9% que suponía el año anterior. 

De hecho, la economía valenciana es la cuarta en esta variable y ha recortado diferencias con Cataluña de forma exponencial a partir de la pandemia. Hasta tal punto de que en 2019 el flujo de inversión bruta extranjera que llegó a Cataluña fue cinco veces mayor que el que atrajo Valencia; en 2022, ni siquiera llegó a duplicarlo.

Cabe destacar que estas dificultades para captar inversiones, que se extienden durante más de una década por el efecto de la deriva del procés, contrasta con el constante crecimiento de la red de “embajadas” de la Generalitat en el exterior, con un fin netamente alejado del aspecto comercial por lo que reflejan las cifras.