Nuevo escándalo en un colegio de Cataluña. Esta vez en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), donde la escuela Bon Salvador ha asociado la “inmigración procedente de varias zonas de España” con el aumento del castellano en las aulas.
Según el proyecto lingüístico, “la comarca del Baix Llobregat, mayoritariamente industrial, ha sido tradicionalmente receptora de una gran cantidad de inmigración procedente de varias zonas de España”. Una característica que “todavía repercute en buena parte del alumnado” cuyos padres, aunque hayan nacido en Cataluña y hablen en catalán, “tienen como lengua materna el castellano”.
Señalan al interlocutor
Que los estudiantes tengan como lengua materna el castellano supone un problema para la dirección de este colegio. De hecho, en el documento aseguran que una lengua se convierte en “normal cuando es la principal herramienta comunicativa para sus hablantes y eso no pasa únicamente por la enseñanza, sino por la riqueza de interacción en la situación comunicativa”.
En este sentido, culpan al interlocutor y ponen como ejemplo su escuela. “Nuestros alumnos hablan catalán con los profesores, que se dirigen a ellos en esa lengua, pero lo hacen de manera más minoritaria con los compañeros que, incluso, la utilizan habitualmente en casa”, expresan.
Castellanizar el patio y las extraescolares
En cuanto a la lengua materna, desde le centro escolar observan que, en las familias jóvenes, “cada vez se usa más el catalán”, al contrario que en bachillerato. “Así pues, podemos hablar de un cambio de tendencia que sería importante que se reflejase en las horas de ocio y patio”. Una obsesión que comparten otros colegios, que difunden medidas para que los alumnos hablen catalán en esas horas no lectivas.
Desde la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) han vuelto a echarse las manos a la cabeza. Su portavoz, Ana Losada, ha tildado este caso de “supremacismo etnolingüístico”. Asimismo, ha reiterado que “la inmersión lingüística tiene un solo objetivo y no es pedagógico”. Ese es, “inculcar a los alumnos que el español es impropio de Cataluña y que nacer aquí y hablar en castellano es un error a subsanar”.
Amenazas a los monitores
No es el único caso que ha trascendido en los últimos días. Tal y como explicó Crónica Global, el proyecto lingüístico del Instituto Xaloc de Sant Pere de Ribes prohibía el uso de todas las lenguas, excepto la catalana, en el ámbito de las extraescolares y actividades complementarias.
Pero iban más alla. Apelaban a la persona encargada de los talleres a usar siempre el catalán y, si no lo hacía, les amenazaba con quedarse sin trabajo.