Tortosa o el paradigma de la fractura constitucionalista en Cataluña

Las elecciones municipales del 28M deja algunas lecciones sobre la situación del constitucionalismo en Cataluña que pueden ser útiles para las avanzadas generales del 23 de julio. PSC es la fuerza más votada, mientras que el centro-derecha se mantiene fragmentado a pesar del aumento registrado en esa cita electoral.

Tortosa, una de las ciudades más importantes de Tarragona, es el paradigma de esa dispersión, en la que tiene mucho que ver el rechazo de PP, Ciudadanos y Vox a establecer coaliciones electorales. Los intereses partidistas, la insistencia en los discursos procesistas y la falta de propuestas municipalistas están detrás de esa debilidad de las fuerzas conservadoras.

Talón de Aquiles

El catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat de Barcelona y presidente del Club Tocqueville, Josep Maria Castellà, ha analizado los resultados de las fuerzas no independentistas el 28M, muy centrado en el centro-derecha.

“Mientras las elecciones generales suelen ofrecer resultados más beneficiosos para el constitucionalismo (un 20% el PSC y casi otro 20% la suma de las de centro y derecha en Cataluña en las elecciones al Congreso de noviembre de 2019), las municipales suponen su talón de Aquiles, en parte por carecer de implantación y arraigo territoriales, que han ido perdiendo respecto a los años ochenta y noventa”, explica el académico.

Evolución del número de concejales de los principales partidos en Cataluña

En las municipales, el PSC logró la primera posición en votos (23,4%, casi dos puntos más que en 2019 y más de cinco respecto a 2015), aunque el número de concejales es menor que los de ERC y Junts (1.453 concejales del PSC, 138 más que en 2019, frente a 2.691 concejales de candidaturas de la órbita de Junts y 2.895 de ERC, con un 18,1% y 17% de votos respectivamente).

Cataluña interior y rural

En el centro a la derecha, el PP obtuvo 196 concejales y el 8,1% de los votos, Vox 124 (5%) y Ciudadanos, 10 (1,2%). Valents logró tres concejales con unos 32.000 votos, casi los mismos que Cs. Estos partidos se presentaron a un número reducido de municipios, aunque incluyesen los más poblados: el PP fue el que más candidaturas presentó: 227; Vox 133; Cs 93 y Valents 71.

“Esto pone de manifiesto la escasa implantación del mundo no nacionalista, salvo en parte el PSC, en la Cataluña interior y rural, afirma Castellà.

Confrontación 

Desde el punto de vista del mensaje político, el catedrático cree que el PP “ha apostado por un acercamiento al mundo catalanista y por presentarse como el voto útil”, mientras que Vox ha mantenido la confrontación frente al independentismo y las izquierdas. “Pero en ambos falta confeccionar un programa municipal desarrollado y adecuado a las realidades locales concretas a las que se dirigen las candidaturas”, afirma. Pone como ejemplo a seguir la estrategia de Xavier García Albiol en Badalona, donde obtuvo "una mayoría absoluta rotunda". 

Denuncia que los partidos conservadores "prefirieron competir a buscar alianzas o fórmulas de colaboración". Consecuencia de ello es el desperdicio de millares de votos que quedaron sin representación.

Cita, en este sentido, el caso de Castelldefels, donde el PP quedó a un concejal de la mayoría absoluta mientras que Ciudadanos, Vox y Valents sumaron casi un 5%, sin lograr entrar en el consistorio.

Cuatro candidaturas del centro y derecha 

Pero el caso más paradigmático de la fragmentación, a juicio de Josep Maria Castellà, es Tortosa, ciudad de 33.000 habitantes donde el PP llegó a ser la segunda fuerza en varios comicios en los años ochenta y noventa. Cs tenía hasta ahora un único concejal y el PSC, tres de los 21 que integran el ayuntamiento.

El 28M se presentaron cuatro candidaturas aparte del PSC: Ciudadanos, Vox, Valents y la agrupación Salvem lo Monument-Defensem Tortosa (en defensa de mantener el monumento a la Batalla del Ebro inaugurado por el régimen franquista). Ninguna de las cuatro candidaturas ha obtenido representación, aunque sumados superan el 10% de los votos.

Castellà advierte de que lo sucedido en Tortosa no es un caso aislado. “Este tipo de decisiones contribuyen a dejar sin representación en amplias zonas del territorio catalán a muchos ciudadanos no nacionalistas. Se imponen las lógicas de partido (eliminar al competidor, presencia en la Diputación…) a las de bien común. La división del constitucionalismo de centro a la derecha deja huérfanos de representación a millares de electores”.