El PSC ha sido el partido ganador de las elecciones municipales en Cataluña. Y aunque se le ha resistido la ciudad de Barcelona, donde han quedado en segundo lugar por detrás de Junts per Catalunya, todavía no han dicho la última palabra. Los socialistas piden paso para liderar una alcaldía progresista.
La cúpula del PSOE, con Pedro Sánchez al frente, se ha volcado en la campaña de las elecciones municipales en Cataluña para apoyar a los alcaldables, pero también para apuntalar al PSC como partido de gobierno en las próximas autonómicas y con Salvador Illa al frente. Y los resultados han demostrado que el esfuerzo ha valido la pena.
"El primer partido de izquierdas"
El PSC ha ganado en número de votos – 712.949 votos, a gran distancia de Junts per Catalunya, con 552.089, mientras que ERC, ganadora en 2019 con 822.107 votos, pasa a una tercera posición con 519.833—y han demostrado que siguen siendo una fuerza eminentemente municipalista. Se le ha resistido la ciudad de Barcelona, pero no está todo dicho. Illa subrayó ayer que “es el primer partido de izquierdas en Cataluña”.
Una velada alusión a ERC y comunes, lo que abre la puerta a un nuevo tripartito que repetiría –en la Ciudad Condal y en las futuras autonómicas—los acuerdos que actualmente hay a nivel español y que ya gobernaron Cataluña entre 2006 y 2010. Porque este 28M también ha dejado un mensaje muy claro: el eje izquierda-derecha vuelve a imponerse.
Área metropolitana y diputaciones
Fuerte en el área metropolitana de Barcelona, ganador en las ciudades de Tarragona, Girona y Lleida, el PSC se asegura el gobierno de las cuatro diputaciones y apuntala su marca, pero también la de Illa como presidenciable frente a unos rivales débiles. ERC no ha sabido aprovechar el control territorial que le permite gobernar la Generalitat y sufre el lastre de las pugnas internas entre los sectores, mientras que Junts debe decidir de nuevo ‘qué quiere ser de mayor’. Esto es, qué tipo de estrategia abraza tras los convulsos años del procés independentista.
Colau recoge el guante
En medio de este panorama de independentismo desnortado, Illa y Jaume Collboni, el candidato socialista por Barcelona, se ofrecieron para liderar una alcaldía progresista. Aseguraron respetar, eso sí, al ganador Xavier Trias. Pero quedó claro que ese resultado no tiene por qué condicionar la política de pactos entre fuerzas de la izquierda.
Ada Colau, líder de los comunes, ha recogido el guante: "Trias ha quedado primero, pero solo con once concejales y las fuerzas progresistas sumamos veinticuatro", ha dicho.