La CUP ha perdido fuerza en las elecciones municipales en Cataluña. Los radicales independentistas han perdido 23 concejales en toda la región y han quedado fuera de Barcelona, Tarragona y Lleida, y han sufrido en bastiones históricos como Berga, aunque podrían llevarse un premio de consolación al optar a gobernar Girona por medio de pactos. 

Los antisistema presentaban 27 listas menos que en 2019, y lo defendía con el argumento de que buscaban consolidarse. Pues bien, no lo han hecho, a tenor de las cifras. La fuerza ha logrado solo 312 concejales y victorias en 20 municipios, por 335 cuatro años atrás. 

Fuera de Barcelona, Tarragona y Lleida

Más doloroso si cabe, los de Carles Riera han quedado fuera del Ayuntamiento de Barcelona, donde en 2015 sí lograron representación. La candidatura comandada por Basha Changue y Jordi Estivill ha logrado 25.127 votos, un 3,81% de los sufragios emitidos, lejos de los cerca de 35.000 necesarios para obtener representación. 

Carles Riera, líder autonómico de la CUP Cedida

En Tarragona, los secesionistas radicales han perdido los dos electos que lograron en 2019, y eso que contaban con el aval de la diputada Laia Estrada, que es la ciudad. A su vez, la CUP ha sido incapaz de lograr actas en Lleida, donde ya quedó fuera en 2019. 

En Girona, segundos y abren la opción a alcalde

Eso sí, el contrapunto lo ha puesto Lluc Salellas (Guanyem Girona), que ha empatado con el PSC en la primera posición con 8 ediles --dos más que hace cuatro años--, y abre la puerta a gobernar la urbe. 

De este modo, los anticapitalistas se posicionan para regir una capital provincial por primera vez en la historia. Eso sí, necesitarán pactar con, cómo mínimo, Junts, que cae de 9 electos a 6, en lo que es un mal resultado de Gemma Geis

Berga, sufriendo

A la espera de que ello ocurra, los de Carles Riera en el Parlament aguantan la única capital comarcal que gobiernan: Berga, en la que rigen desde hace dos mandatos. Iván Sánchez continuará previsiblemente como alcalde al caer de ocho concejales a seis. 

Lluc Salellas, líder de Guanyem Girona, en una comparecencia anterior Cedida

Necesitará pactar, eso sí, con al menos Junts (4) para estabilizar su gobierno municipal, o bien con el PSC (3). En Celrà (Girona), a su vez, sí gobernarán con holgura, aunque con 7, una acta menos que en 2019. También lo harán en Navàs (5), en el Bages. 

Discretos

Fuera del gobierno, los radicales logran representación en municipios históricos en los que la tenían, pero con menos fuerza que en anteriores comicios. 

En el caso de Sant Pere de Ribes (3), Igualada (3), Vilanova i la Geltrú (2), Sitges (1) y Mataró (1), entre otros, sí tendrán la palabra en los plenos municipales y, en algunos casos, la llave de la gobernabilidad.