Varios activistas han ocupado este miércoles una de las sedes del partido de Ada Colau. Se trata del local de Barcelona en Comú situado en el número 131 de calle Marina, donde un grupo de manifestantes de Raval Rebel exige una solución para dos personas del barrio que atraviesan una situación complicada, Amira y Saber.
Lo hacen a pocos días de las elecciones municipales del 28 de mayo como una estrategia de presión en uno de los temas estrella de Colau: la vivienda.
Según explican en un comunicado, Saber tiene una enfermedad crónica relacionada con su vivienda, que no se encuentra en buen estado. “Mientras empeora cada día, el Ayuntamiento no es capaz, o no tiene la voluntad, de encontrar una alternativa de vivienda digna para la familia”, expresan.
Una vivienda insalubre
Por eso, consideran que la única forma de conseguir una reunión es ocupando la sede de los comunes, que deben “dar la cara” y acordar “una solución definitiva para esta familia”.
El drama familiar comenzó en 2014, cuando “Amira y Saber firmaron un contrato de alquiler y entraron a vivir a un piso que no cumple las condiciones mínimas de salubridad”. Según explican, el techo está lleno de huecos “por donde entra la suciedad” y palomas se cuelan directamente en la vivienda.
La opinión de los médicos
Tres años más tarde, Saber “comenzó a padecer agudos accesos de tos y ataques de disnea” que le impiden trabajar. Los médicos le diagnostican neumonitis por hipersensibilidad a las partículas de excrementos de paloma que contaminan su piso, tal y como expresa el comunicado, en el que aseguran que los profesionales le recomiendan cambiar de vivienda.
“A pesar del diagnóstico, las únicas reformas que realiza el propietario del piso dejan el techo en unas condiciones peores que las iniciales”, agregan desde Raval Rebel.
Un callejón sin salida
En 2019 el contrato de arrendamiento finaliza, y el propietario se niega a renovarlo. Algo que deja a la familia en “una situación sin salida” al no tener recursos ni alternativas para encontrar una vivienda asequible.
Por eso, en 2022 desde la entidad entregan al Ayuntamiento un informe completo sobre el estado de salud de Saber, en el que le reclaman una reunión urgente. Una presión que logra un encuentro meses más tarde, aunque sin soluciones concretas. Casi un año más tarde, el problema sigue enquistado.
A días del 28M
Hoy por hoy, denuncian que la única alternativa que les ha propuesto el consistorio es alojar temporalmente a la familia --formada por cinco personas-- en la habitación de una pensión, separar a la familia y buscar una solución individual para Saber o mediar una negociación con el propietario del piso.
“¿Cómo es posible que durante todo este tiempo la administración siga arrastrando los pies?”, se preguntan. Por eso, este miércoles han vuelto a presionar al equipo de Colau ocupando el local de Barcelona en Comú del distrito de Ciutat Vella, dirigido por Jordi Rabassa.