Los vecinos de Figueres (Girona) han visto cómo la delincuencia y la suciedad se han apoderado de la ciudad. Consideran que estos problemas han crecido año tras año hasta llegar al punto de plantearse abandonar la urbe que les ha visto crecer.
“Con 50 años que llevo viviendo aquí, si mi hija no estuviera trabajando, ya me hubiese ido”, expresan los mismos que esperan que el gobierno que salga de las elecciones municipales del 28 de mayo se ponga las pilas en estas cuestiones que les preocupan.
Así lo han dicho los residentes de la capital de comarca del Alt Empordà a Crónica Global, en una de las 15 paradas escogidas entre la geografía catalana para conocer qué esperan sus habitantes de los comicios y cuáles son, a su parecer, los desafíos pendientes.
Los turistas, ajenos a los problemas
Figueres cuenta, hoy por hoy, con 47.088 habitantes –según los últimos datos del Idescat de 2022—y es conocida por ser la cuna de Salvador Dalí. La ciudad atrae miles de turistas cada día, ajenos a los problemas cotidianos de sus vecinos que están angustiados por el aumento de la inseguridad, la falta de educación, el incivismo y la suciedad.
Este último se ha intensificado en las últimas semanas. Y es los vecinos presenciaron una huelga de basuras en plena Fiesta Mayor que les llevó a vivir entre deshechos y malos olores, obligando incluso al gobierno local a decretar la emergencia sanitaria.
“Da miedo ir por la calle”
“La ciudad va a peor”. Es el sentimiento generalizado de unos residentes que no se sienten seguros: “Muchas veces a partir de las ocho de la tarde da miedo ir por la calle y, antes, esta inseguridad no existía”, relata una mujer en declaraciones a este medio. Además, se ven olvidados por la Administración, que consideran se centra demasiado en ganarse a los turistas.
“Está bien potenciar el turismo, pero también se debe cuidar más a la gente que vive en la ciudad”, exigen. De hecho, ponen como ejemplo que el consistorio se haya gastado dinero en un recurso inmersivo en la casa natal de Dalí y que abrirá sus puertas en julio, en vez de invertirlos en mejoras para la urbe.
¿Se reeditará el pacto cuadripartito?
Con estos retos encima de la mesa, serán los figuerenses los que decidan el 28 de mayo quién gobierna el consistorio. En los últimos comicios de 2019, Junts per Catalunya ganó pero un pacto cuadripartito entre ERC, PSC, GF-Amunt y CFI se lo impidió.
Está por ver si esta vez el posconvergente lo consigue o si la oposición se une de nuevo. Algo que, para algunos residentes, “no es la mejor opción”.